The White House

Por Cruz Pérez Cuéllar

El “perdón” que pida cualquier persona es vano cuando no hay una intención real de enmendar o de reparar el daño. Así lo explican mas o menos los moralistas, pero así también lo entendemos los ciudadanos o simples mortales, quienes siempre advertimos una disculpa sincera cuando la acompañan actos de arrepentimiento o cuando se procura subsanar la ofensa con acciones agradables en beneficio de la persona o personas afectadas.

Además, una verdadera contrición es imposible concebirla como tal cuando no se está verdaderamente (en la intención) dispuestos a evitar la comisión de ciertos actos que perjudican a terceros, inclusive a uno mismo.

Lo anterior viene a colación en la presente colaboración porque abordaré el tema de la nueva “Casa Blanca” de Miami del Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, así como nuestra humilde opinión sobre este hecho que al lado de otros parecidos, ocurridos en el presente sexenio, trascienden a los excesos del presidencialismo y los protagonismos por las primeras damas de ese periodo en México, que rayan en el cinismo y se convierten en la antesala de la derrota inminente del PRI en el 2018, del Gobierno federal.

Los mexicanos ahora advertimos que el “perdón” que pidió Enrique Peña Nieto por los excesos cometidos en torno a la adquisición de la llamada Casa Blanca, que compró o le regaló el Grupo Higa y que costó 7 millones de dólares, transacción revelada en el 2014, fue una burla para los mexicanos quienes no estamos familiarizados con expresiones como las hechas por Peña Nieto hace a penas unas semanas. Cuando pidió perdón en el marco de la promulgación de la Ley del Sistema Nacional de Anticorrupción el pasado 18 de julio, muchos quisieron compadecerse del “presidente arrepentido” y muchos otros dilucidamos que se trataba de una estrategia mediática para ganar puntos y tratar de cerrar decentemente su sexenio, lo cual es imposible con tantos yerros.

Esta bien, lo intentó pero no le salió el juego ya que con el descubrimiento de otro posible “negocito” con otra propiedad, queda al descubierto que no hubo arrepentimiento, que nunca ha existido porque de serlo así hubiese revelado que también habían comprado un departamento donde al igual que en la Casa Blanca se puede entender que hay conflicto de intereses. En el primer caso, del 2014, el Grupo Higa estaba relacionado con un consorcio chino que había ganado una licitación de 3 mil 700 millones de dólares (con el proyecto del tren de alta velocidad) en México, pero que además había ganado otras de menor tamaño, además era proveedor del Gobierno Federal; ahora hablamos de un departamento lujoso de menor envergadura, de 2.05 millones de dólares, relacionado a otro de proporciones similares, con canchas de tenis, alberca y otros lujos, y que pertenece al Grupo Pierdant, propiedad del empresario Ricardo Pierdant, que se encuentra en un complejo habitacional privado en Florida, en el Ocean Tower One, y que podemos diferenciarlo del anterior llamándolo The White House.

La curiosa coincidencia es que al igual que el Grupo Higa que además hizo otras residencias a otros funcionarios federales como al propios señor de los dineros, Luis Videgaray Caso, el Grupo Pierdant está relacionado a otras licitaciones para desarrollar puertos marítimos en México y que se estiman en cientos de millones de dólares.

El hecho no hace más que confirmar la teoría de que el gobierno federal, específicamente el presidente de México Enrique Peña Nieto y su esposa, la actriz de telenovelas, Angélica Rivera, están ligados a actos de corrupción que por más leyes anticorrupción que expida de aquí a que termine el sexenio van a poder ocultar, y por más perdones que pidan van a poder obtener la indulgencia del pueblo mexicano, ofendido no por la vida de reyes que se dan los responsables de llevar las riendas económicas, políticas y sociales del país, sino porque la gente vive en el lado radicalmente opuesto, en la miseria, con necesidades que van más allá del transporte, educación o recreación, que son indispensables para el buen desarrollo del pueblo mismo, sino que carecen de un techo para sus familias, de vestido y hasta de alimentos para poder subsistir. No es discurso populista, y los estimados lectores lo saben; a unos kilómetros de la capital, en la sierra, se encuentran asentamientos tarahumaras que viven en condiciones lamentables por su alto grado de pobreza; en las mismas grandes urbes hay enormes polígonos bajo esas circunstancias.

Por eso, por la situación de inseguridad que aún prevalece en varios estados del país en grado superlativo, por falta de escuelas en todas las entidades, por eso y más resulta inaceptable cualquier desvío de fondos que provienen de los impuestos que pagamos los mexicanos para beneficio del presidente y su familia, sobre todo si se trata de cantidades insultantes como los 7 millones de dólares de la Casa Blanca o los 2 millones de dólares de la White House de Miami, donde por cierto el impuesto similar al Predial por un solo departamento de esos es de 30 mil dólares anuales, cantidad que debe sumarse a los servicios y mantenimiento, por lo que fácilmente podemos hablar de un coste por año de unos 90 mil dólares.

Urgen en nuestro país esquemas que permitan a los ciudadanos escurrirnos a los malos gobernantes, que no tengamos que esperar el trienio, o como en este caso, el sexenio, para poder deshacernos de ellos o de su partido a través del voto. Es urgente que se generen los mecanismos para la defensa del ciudadano, quien debe ser el vigilante del manejo de los recursos y no los propios políticos que acomodan las leyes y sus reglamentos a su gusto; que sea la gente la que ponga pero también la que quite a las autoridades a través de figuras tan mencionadas como el Plebiscito o el Referéndum, bien diseñados y bien instrumentados para que después no sea peor el remedio que la enfermedad. Hay una luz al final del camino y nuestro México puede cambiar si queremos, y sobretodo, si lo intentamos.

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Escamilla: ¿alianza o “error” de Javier Corral?

Por Cruz Pérez Cuéllar

Muy extraña ha resultado la inclusión del capitán retirado del Ejército Mexicano, Juan Manuel Escamilla León, como jefe de la guardia personal del gobernador electo Javier Corral, quien aún y los serios señalamientos que pesan en su contra, sin pensarla dos veces ha defendido a capa y espada al hombre que en su tiempo resguardó la seguridad del exgobernador priista Patricio Martínez García.

Es raro no porque haya recibido tal sugerencia sino porque la ha abrazado como si se tratara de algún compromiso más profundo.

Escamilla fue detenido en el 2010 no por cualquier travesura sino por los hechos ocurridos el 23 de marzo de 2005 en la Plazuela de Acuña, donde participó en un enfrentamiento entre el grupo de policías de ciudad Juárez que él comandaba y un grupo de delincuentes peligrosos, el resultado fueron cinco muertos. También enfrentó cargos de tortura y abuso de autoridad en perjuicio de un paseño; había sido señalado por el Ministerio Público por el homicidio de dos agentes de tránsito, en fin, no se trata de un personaje reconocido por actos heroicos o que garantice la seguridad de los ciudadanos, menos la del próximo gobernante.

En su cuenta está el atentado en contra de su protegido, el exgobernador Patricio Martínez García, quien cayera herido de una bala en la cabeza el 17 de enero del 2001; estaba a su cuidado, y el resultado en esa tarea tampoco puede decirse que es bueno, tal vez la suerte del exmandatario o la imprecisión de la mujer que intentó el asesinato son los elementos que mantuvieron al capitán Escamilla con su trabajo en ese momento, pero por poco su carrera como escolta o jefe de guardias de seguridad se habría terminado. Los otros antecedentes parecían ser suficientes para haber terminado con la carrera de Escamilla, pero al próximo gobernador, parece no importarle ese dato.

La situación despierta muchas suspicacias, sobretodo por la manera inmediata en la que se presentó el exgobernador Patricio Martínez García ante Javier Corral una vez conocidos los resultados electorales del pasado 5 de junio. Al senador priista no le importaron las formas y con cierto desdén hacia su partido reconoció en Corral al ganador de la contienda. El encuentro entre ambos no debió caer nada bien al priismo estatal cuyos abogados  presentaron un recurso de impugnación y hasta hace unos días sostenían, por voz de su propio dirigente estatal, Guillermo Dowell, que el recurso sería bien recibido por los magistrados del Tribunal Estatal Electoral (el sábado pasado el TEE tenía programado emitir su resolución al respecto), quienes mantuvieron un duelo entre lo jurídico y la grilla política en atención a quienes los colocaron donde están.

¿A caso estamos hablando de una alianza de facto entre Javier Corral y Patricio Martínez?, entre el panista que no podía ver ni en pintura a dictadorcillo, y el exgobernador que hace poco señalaba de “golpeador” al panista por estar usando el canal de TV de Congreso para golpetear a César Duarte.

Pudo haberse configurado este como el primer error de Javier Corral en su faceta como próximo gobernador, pero también se deja ver en el acto al verdadero Corral: un autoritario disfrazado de demócrata.

¿Quién más podría haberle sugerido a Corral que admitiera como su guardián al capitán Juan Manuel Escamilla, si no fue Patricio Martínez?. Esa relación tiene cierta hilaridad por el escaño en el Senado que ambos tienen (Corral continuaría con el cargo aunque con licencia para poder ocupar la gubernatura del estado de Chihuahua); pero donde no cuadran las cuentas es en la empatía política o afinidad entre ambos personajes que siempre la han jugado en los polos opuestos, uno del lado del poder y el otro desde la oposición radical.

Por otra parte, el gobernador electo ha incluido en su equipo de transición y muy probablemente los tenga considerados para cargos de importancia dentro de su gabinete, a personajes de la izquierda que a través de las organizaciones no gubernamentales que durante años han liderado señalaron con oportunidad los excesos del ex comandante del grupo de elite Delta de la policía juarense, quien fue recomendado para ese cargo por Patricio Martínez.

La misma Alianza Ciudadana que hasta hace poco encabezaba el propio Javier Corral está conformada por personajes como Víctor Quintana, por Lucha Castro, Blanca Gámez, Jaime García Chávez, Gabino Gómez, entre otros que siempre han señalado los abusos de poder de Patricio Martínez y también de sus agentes. Pero hasta ahora no se han manifestado en ningún sentido por la inclusión de quien pudiera representar a uno de los objetivos de las organizaciones derecho humanistas de los anteriormente mencionados.

En lo particular creo que el gobernador electo envía un mal mensaje a los chihuahuenses por la decisión tomada sin consulta, como es posible sea la manera de gobernar los próximos cinco años en caso de resolverse a su favor el asunto de las impugnaciones que a tontas y a locas empujan los abogados del Partido Revolucionario Institucional, organización política que prácticamente quedará desaparecida del mapa político de los próximos años; Pero para fortuna o desventura de los priistas se acerca ya el cambio de poderes a nivel federal, así como la renovación prematura de los ayuntamientos y diputaciones locales lo que podrá reinstalarlos a nivel local o definitivamente dejarlos sepultados, yo creo más en lo segundo no por virtud de los panistas sino por el empuje de las candidaturas independientes y sobretodo, por el avance de la izquierda.

Parece ser que el carácter de Javier Corral, que escucha poco la conseja externa, lo hará aferrarse a la decisión tomada en torno a la contratación o aceptación de los servicios del militar retirado, Juan Manuel Escamilla; sería reconocer que calculó mal o que meditó poco la selección de su recomendado protector, sería dar la razón a los que juzgamos mala su determinación, sería aceptar que se equivocó, situación que no podrá encontrarse en todo su historial.

Me parece que vienen momentos de mucha trascendencia para el estado y comenzar con semejantes deslices no es bueno para la siguiente administración estatal, ni tampoco para los ciudadanos que sufriremos las consecuencias del buen o mal gobierno que vaya realizar Javier Corral. En lo personal, sinceramente, no deseo que le vaya mal, de ninguna manera, creo que los chihuahuenses necesitamos un cambio positivo. Pero eso no significa que una postura razonable deba permanecer siempre a la expectativa solamente, quedarse quietos ante las decisiones de cualquier tipo. Para las buenas decisiones tendrá muchos que le aplaudan, pero para las malas estimo que también habremos muchos más para señalarlas, sobretodo si esas decisiones carecen de sentido, extralimitan su función o trasgreden a terceros, como sucede con la selección de su jefe de escoltas, que tiene historia negra y que puede repetir sus errores a mayor escala.

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Restricción mental de Peña Nieto

Por Cruz Pérez Cuéllar

La contundente derrota del PRI en la pasada elección no se puede entender sin la mención de un colaborador indiscutible en ese resultado, del presidente Enrique Peña Nieto, llamado el primer priista del país y considerado por muchos si no el artífice uno de los grandes responsables del fracaso electoral, pero sobretodo el principal causante de la incredulidad de las y los mexicanos en las promesas y propuestas del PRI.

Siempre resulta odioso endilgar el fracaso o inclusive una victoria a una sola persona, como dando a entender que no necesitó de nadie más para obtener el resultado; es difícil imaginar que un líder puede ser tan grande, tan fuerte, tan inteligente como para atribuirle solo a él un triunfo completo, como también es complicado imaginar a otro tan tonto, tan mediocre como para imputarle una pérdida nomás a él.

Pero los errores de Peña Nieto han sido tan notorios como graves que muchos de los propios priistas estarán de acuerdo conmigo, el aporte del mandatario federal a la derrota priista es clara y más allá de las malas decisiones políticas, como la reforma que poco antes de la elección envió al Congreso de la Unión para dar entrada al tema del matrimonio igualitario, o a la fallida Reforma Educativa que no es pareja con todos los maestros, que denigra a la imagen de los educadores en el país, que menosprecia la efectividad de las instituciones encargadas de formar a los maestros imponiéndoles una evaluación cuyo objetivo no es el de valorar sus conocimientos y habilidades en el ámbito académico sino descalificarlos para continuar con esa tarea fundamental en nuestra sociedad. A pesar de todo ello, lo que mas ha dañado a que el Partido Revolucionario Institucional se encuentre donde está es la mentira, el engaño, la falsedad con que se ha conducido Peña Nieto, quien a casi dos años del escándalo de la “Casa Blanca” nos viene ahora con que está arrepentido, y pide perdón.

Además de anacrónica y sin verdadero arrepentimiento, la disculpa pública del pasado 18 de julio, en Palacio Nacional donde se llevó a cabo el lanzamiento del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), el gesto ha resultado para muchos como un insulto más por el desfase temporal (la publicación del conflicto de intereses sobre la mansión llamada Casa Blanca fue echa en noviembre de 2014). Peña Nieto o su esposa Angélica Rivera, o ambos, habrían convenido con el dueño del Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa, a la vez contratista del Gobierno Federal, la edificación de una mansión con valor superior a los 7 millones de dólares. El enredo involucra a otros funcionarios que también se habrían visto beneficiados con el jugoso negocio con Higa, como el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, a quien también le hicieron una mansión en México.

Las expresiones del presidente de México ante los representantes de los demás Poderes de la Unión, y de casi todo su gabinete parecerían reales si las hubiese vertido a los días o semanas de conocido el reportaje publicado por Carmen Aristegui, quien se hizo acreedora de un premio nacional de periodismo por ese trabajo.  

Después de asegurar que los funcionarios de gobierno deben ser autocríticos expresó Peña Nieto: “En carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente; por eso, con toda humildad, les pido perdón”. Muchos analistas, entre ellos Jorge Castañeda Gutman, consideran que tiene valor y hasta mérito que el presidente de México haya pedido perdón públicamente, lo malo, coinciden, es que lo hizo 19 meses después; y en segundo lugar, el propio Enrique Peña Nieto no define si la admisión de ese “error” o la petición de “perdón” se refieren exclusivamente al asunto de la contratación de Higa, al negocio que pudiera configurarse como corrupción, al conflicto de intereses en el que se metió, al tratar de engañar a la ciudadanía cuando trató de desvirtuar la adquisición de la Casa Blanca. Es el reconocimiento a un “error” y la petición de un “perdón” genéricos, igual pueden valer mucho por la sinceridad y la investidura presidencial, pero también pueden ser nada si se refieren a cosas secundarias y no a las esenciales relacionadas con la corrupción.  

La justificación demeritó también el mea culpa anterior, cuando dice: “Este asunto me reafirmó que los servidores públicos, además de ser responsables de actuar conforme a derecho y con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos, y en esto, reconozco, cometí un error. No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno”.

Un convencimiento o sinceridad en lo anteriormente expresado hubiese sido acompañado por una frase parecida a la siguiente: “Derivado de lo anterior y en total congruencia con lo expresado, yo, Enrique Peña Nieto, en uso de mis facultades renuncio a mi cargo como Presidente de la República. Que a partir de este momento el Congreso de la Unión instrumente lo necesario para que acepte mi dimisión y se dé legitimidad a quien, de acuerdo a la Constitución Mexicana, debe asumir el cargo por el tiempo que resta a la administración sexenal”.  

Ahora sí. Creo que con ello estaría justificado el desfase de 19 meses, ahora sí, creo que las palabras de Peña Nieto en el lanzamiento de las leyes que dan vida al Sistema Nacional Anticorrupción en nuestro país, fueron honestas, y no forman parte de una estrategia mediática para tratar de tapar el enorme hoyo que produjo en el gobierno federal y sobretodo en su partido político, el PRI, que acusó de recibido el pasado 5 de junio con una derrota extrepitosa en Chihuahua y en otros siete estados ganados por el PAN y una gubernatura Morena.

El perdón sin arrepentimiento es vano, el reconocimiento del error solamente por estrategia es soberbia; un buen gobierno es bueno cuando hace las cosas bien y no cuando aparenta hacerlas.

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El sueño mexicano

Por Cruz Pérez Cuéllar

Grave me parece que nuestros gobernantes no entiendan el rumbo que debe llevar el país, que no dimensionen la realidad en las proporciones adecuadas, creo que este es un momento crucial para el desarrollo de nuestra nación, pero advierto que hay una limitante que impide el progreso y nos precipita al abismo, o al despeñadero, como suele decir Andrés Manuel López Obrador, ese límite no es otro sino las deficiencias del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

La falta de liderazgo internacional es una insuficiencia importante; creo que ya es tiempo de dejar de pensar y actuar como el hermano menor, que soporta las humillaciones de los mayores, que calla cuando debe hablar, que no tiene voz de autoridad.

Por ello quiero referirme a la última visita de Peña Nieto a Canadá, en la que asistió a la la Cumbre de Líderes de América del Norte, a la que asistió junto con el presidente de Canadá Justin Trudeau y el de Estados Unidos, Barack Obama. Ahí se trataron muchas cosas pero Peña Nieto dejó al descubierto entre otras situaciones esta que mencionamos líneas arriba: que México es el hermano menor de los otros dos, y que está de serlo, al menos no hay resistencia, ni propuesta para quitarse el penoso título.

El desarrollo vertiginoso en los países del extremo norte del continente es innegable, así como las condiciones económicas que han creado y que cada vez que el mundo se deteriora ellos se fortalecen, contrario a lo que sucede con México en donde fenómenos como el Brexit, la Crisis Griega, La Gran Depresión, colocan a nuestro país contra el piso, cuando los hermanos mayores crecen y se fortalecen.

En la pasada cumbre que terminó la semana pasada fue interesante ver en vivo y a todo color esta condición de nuestro presidente, que junto a los otros dos gobernantes del norte, se vio reducido en ideas y en actitud. Esa condición fue percibida por miles de mexicanos que siguieron a distancia las noticias de los medios internacionales y los videos que subían a redes sociales.

Una combinación de coraje, pena, lastima y orgullo se mezclaron en mi interior cuando vi ninguneado a nuestro presidente. El 29 de junio, justo después de una conferencia de prensa, cuando se disponían a bajar de un templete dispuesto para que todos los presentes vieran a los tres mandatarios, Peña Nieto descendió luego de que fuera ignorada la invitación que hizo a Trudeau y Obama para que bajaran del escenario, pero al percatarse que los presidentes de Canadá y Estados Unidos se habían quedado arriba para apreciar el paisaje, el mexicano regresó con pena notoria. Ya previamente Peña Nieto había invitado con cierto titubeo a los dos presidentes a mirar la grandielocuencia del lugar que estaba atrás de ellos, pero ambos fingieron no darse cuenta de su intención.

El desaire parece cosa menor, pero en diplomacia de estado estas cosas revelan varios mensajes puesto que las cortesías son muy comunes, pero las respuestas a ellas destapan intenciones de los protagonistas. Desde la definición de quien habla primero y quien al final, en qué posición se coloca a cada cual en la mesa, el tiempo que se dispone para que hable cada uno, las deferencias que se prodigan, etcétera.

En nuestro país no se hicieron esperar los memes que aludieron a ese y otros momentos de la visita de Peña Nieto en Canadá. Sí dio pena, pero también coraje, lástima y orgullo, todo junto.

Entre los temas tratados en la Cumbre de Líderes de América del Norte se encuentra la eliminación de la visa canadiense para los mexicanos, quienes ya podrán visitar aquel país y quedarse a trabajar, a estudiar, a turistear. El anuncio es bueno, por supuesto, pero hay que recordar qué motivó el cierre de las puertas de Canadá a nuestros connacionales.

En julio de 2009 Canadá cerró sus puertas a los mexicanos debido a las peticiones fraudulentas de asilo político (el exgobernador Francisco Barrio, en aquel entonces embajador de México en Canadá fue el encargado de dar la mala noticia), ya que en aquella época como se recordará prevalecía en el país una situación extrema de violencia en el territorio mexicano y muchos connacionales comenzaron a emigrar a otras partes del continente, sobretodo a Estados Unidos y Canadá. Al principio de la creciente ola de homicidios, extorsiones, secuestros, asaltos, robos, varias solicitudes de asilo político fueron aceptadas por los vecinos del norte sin mas que la palabra y si a caso alguna prueba menor para darse cuenta del peligro en que se encontraban (En ese tiempo recrudeció la violencia y los requisitos habían sido mínimos. Las autoridades norteamericanas y canadienses estaban al tanto de la situación y del involucramiento en el conflicto de las policías mexicanas, del aparato judicial, por lo que no exigían tampoco los documentos del procedimiento legal que los llevaba abandonar el país) Pero, conocido el caminito, muchos mexicanos aprovecharon el viaje para buscar mejores condiciones de vida y utilizaron ese recurso para buscar asilarse en esos dos países principalmente. Las políticas de Estados Unidos después del 11/11 han sido las mismas, no se flexibilizaron mucho, pero las de Canadá sí, por lo que los mexicanos enfocaron su destino hacia allá. Cuando se descubrió la falsedad de esos casos de persecución o de amenaza de muerte, los canadienses comenzaron a desconfiar hasta que a mediados del 2009 decidieron imponer visa con la consabida lista de requisitos.

Siete años después, justamente, cambió el panorama y se nos abren de nuevo las puertas. Eso es muy bueno, pero no es suficiente. Es como si un amigo dejara de hablarnos repentinamente y tiempo después decide darnos la palabra de nuevo, eso muy bueno, pero no suficiente para recuperar la relación y la confianza.

La continuación del Tratado de Libre Comercio (TLC) se plantea como otro de los logros de la pasada cumbre de México – Estados Unidos – Canadá, quizá lo sea en cuanto a la continuidad pero no en  cuanto a las condiciones, hay la necesidad de replantearlo, de sacar mas provecho para los mexicanos, quienes nos vemos en desventaja en ese y otros acuerdos donde, por ejemplo, estamos obligados a comprar productos de mala calidad a precios de regulares a peores y en cambio estamos obligados a exportar nuestros mejores productos. El problema es que por dichos acuerdos comerciales la gente no accede a los buenos productos locales sino que no tiene opción y tiene que comprar los productos extranjeros de mala calidad; los productores del campo están obligados a malbaratar sus granos o frutos, son condiciones que no son del todo benéficas para nuestro país, eso es lo que tenía que replantearse. Pero ahí, la actitud del presidente, hay que decirlo, es y sigue siendo tibia.

En relación a los acuerdos de formación académica, creo que ahí hay una excelente oportunidad para que nuestros jóvenes accedan a escuelas de primer nivel en Canadá y Estados Unidos con becas que funcionan desde hace varios años, este aspecto debe aprovecharse y sacar el máximo provecho, porque es la manera en que las siguientes generaciones podrán llenar los vacíos que hay en nuestro sistema de gobierno, en la iniciativa privada, en el sector educativo de México.

Finalmente, veo que hay una gran posibilidad de desarrollo para nuestro país, pero no es suficiente ir con los vecinos de al lado y estirarles la mano, hablarles bonito y llevarles un recuerdo de nuestro país; es necesario que México alce la voz y se haga escuchar por los grandes, porque nos queda muy claro que la situación de México es más parecida a la de los países del sur que a los del norte, pero no puede, no debe quedarse únicamente con la idea y aceptarlo sino ejercer liderazgo, dar el manotazo a la mesa, comenzando con los hermanos mayores y luego hacia abajo.

Dudo sinceramente que en lo que resta del gobierno de la República, Enrique Peña Nieto haga lo conducente a este respecto, pero confío en que a la vuelta de la esquina, en el 2018 haya una cara diferente, con carácter, un verdadero estadista que pueda colocarnos en el nivel que debemos estar, que rompa con los esquemas establecidos e invierta la situación y sean los ciudadanos de otros países, incluyendo a los del norte, los que quieran vivir no el sueño americano sino el mexicano, así tal cual.

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Economía por los suelos

Por Cruz Pérez Cuéllar

Si el país tiene una “gran estabilidad económica” como lo aseguró el presidente Enrique Peña Nieto desde Canadá, luego de conocerse al inicio de la semana pasada el impacto negativo que produciría a las economías del mundo la desincorporación de la Gran Bretaña de la Unión Europea, entonces nos preguntamos ¿por qué los recortes presupuestales?, ¿porqué las medidas que afectan directamente al presupuesto de los estados, a la funcionalidad de las secretarías de gobierno, al desarrollo de programas; lo que necesariamente afecta a los ciudadanos?. La realidad es que ni le economía está tan fuerte, ni hay capacidad para contener fenómenos como el Brexit, que indirectamente le pega a los países en situación de prosperidad y desarrollo como los asiáticos. ¿Qué podemos esperar nosotros los mexicanos?, cuando nuestro principal recurso es el petróleo y este se abarata como si fuera cualquier otro producto que se genera en México frente a las crisis internacionales. Por cierto, actualmente en Chihuahua somos testigos del valor que tienen las gasolinas para la vida cotidiana; un solo día sin el combustible es suficiente para generar caos, en dos semanas sin gasolina estuvimos al borde del colapso.

En lo que va del año se han instrumentado dos recortes presupuestales de gran tamaño, el primero de ellos fue en febrero por 132 mil millones de pesos, el cual se veía necesario (según el área de planeación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público) para cumplir con las expectativas fiscales de este 2016. El panorama del país en materia económica era incierto desde mediados del 2015, por lo que no se podía esperar que el gobierno federal respondiera de otra manera.

El otro recorte presupuestal se anunció la semana pasada, a raíz de la crisis financiera generada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, lo que representaba un duro golpe a la UE que mantiene gran parte de sus inversiones y transacciones basadas en el capital inglés. El secretario de Hacienda, Luis Videgaray informó que el impacto sería “solamente” de 31 mil 715 millones de pesos, que comparados con el anterior no significa tanto, pero sumados nos dan casi 164 mil millones de pesos que comparados con el aparatoso presupuesto federal (de 4.7 billones de pesos) se ve pequeño el daño, pero comparado con el presupuesto de Chihuahua que para el 2017 será de poco más de 62 mil millones de pesos, nos da la idea de la grave afectación.

Los recortes presupuestales aparentan cosa cotidiana, y generan hasta gusto en algunos ciudadanos que suponen que quitarán recursos a “los políticos” que ya no podrán gastarse, pero en realidad los recortes afectan directamente a los ciudadanos, puesto que en el caso de los ajustes a las partidas destinadas a los estados y municipios, estas partidas tienen objetivos muy concretos, como son la obra y la seguridad pública, servicios básicos, educación, salud, y por lo tanto, el resultado es que habrá menos carreteras, menos hospitales o equipamiento para los mismos, menos escuelas y equipamiento, menos subsidios, menos recursos para combatir a los criminales, menos contratación de policías, etcétera.

Hay otro tipos de recortes que le pegan directamente a la funcionalidad de la estructura gubernamental, porque obliga a reducir el gasto corriente y con él a rebajar sueldos o a reducir la nómina, a dejar de contratar servicios. Esa noticia por lo regular nos alegra a los ciudadanos, pero si reflexionamos el punto, esto conlleva también a rebajar la calidad de los servicios públicos porque la falta de personal propicia mas horas de espera para la atención de cualquier tipo, hay menos apoyos de gobierno, etc.

Para el próximo año ya fue anunciado un recorte presupuestal por 175 mil millones de pesos, el fenómeno se repite, las consecuencias también.

Sobre los retos económicos que ahora enfrenta el país, que parece incapaz de resolver, debemos analizar el problema: Contrario a esta tendencia mundial de agrupar países en bloques económicos, lo que sucedió en días pasados fue una sorpresa para todos, ya que da el mensaje que estas sociedades internacionales empiezan a deshacerse, contrario a lo compacto que se había vuelto el mundo. Pero, ¿cómo afecta todo esto que sucede del otro lado del charco a la economía mexicana? Bueno pues resulta que una medida tan drástica como la que toma Reino Unido desestabiliza todos los mercados, mete incertidumbre en las inversiones internacionales y la especulación se detona a niveles macro y hace que los propios inversionistas comiencen a buscar terreno firme que les dé mayor tranquilidad.

Todo ello lleva a que mientras pasa la turbulencia, todos estos capitales golondrinos vuelen hacia aquella moneda y hacia aquellos sistemas económicos que lejos de darles ganancia, al menos no les ocasionen pérdida.

En nuestro país, a diferencia del sexenio pasado, hoy se carece de esa fortaleza ya que la economía mexicana ha dado francas muestras de debilidad ante distintas tempestades internacionales. Quienes hoy tengan inversiones dentro de México buscarán emigrar lo más probable hacia el dólar puesto que es la manera más segura de que se les garantice una estabilidad en su riqueza.

La realidad en México es que hoy nuestro peso enfrenta una gran debilidad, la inflación actual no garantizan al inversionista que su dinero permanezca intacto y mucho menos que le pueda generar réditos. La gran cantidad de inversiones que han estado saliendo del país para convertirse en dólares es una muestra de ello lo que ha llevado a que hoy tengamos un tipo de cambio cercano a los $20. El Brexit hoy en nada favorece la economía mexicana, eleva el nivel de especulación y esto provocará en los próximos días que el nivel de demanda de dólares crezca por lo que serán muy importante las medidas que desde el Banco de México y desde el Gobierno se tomen.

El presidente Enrique Peña Nieto poco o nada ha hecho para garantizar a los inversionistas extranjeros esta estabilidad, con una inflación detonada, con un Banco de México que no ha sabido dar respuesta a estas salidas de capital, con una corrupción rampante tanto dentro del gobierno federal como en los estados, hoy México ha perdido muchos de los bonos ganados en la década pasada y está dejando de ser atractivo para los inversionistas. Las reformas prometidas no han dado resultados lo que tiene hoy a la economía mexicana envuelta en una recesión de la cual difícilmente se saldrá en el corto plazo.

Esta dinámica económica mundial que se generó durante los noventas de agruparse en bloques económicos alrededor de todo el mundo, hoy parece mostrar síntomas de regresión. La Unión Europea parece ir en reversa con su salida de la eurozona y esto genera una desestabilización para el euro, para las monedas de Reino Unido y en forma paralela para el resto del mundo.

La Gran Bretaña tal vez no calculó el impacto que podría significar el abandonar el bloque económico ya que los especuladores vieron mal y debilitaron en su demanda a la moneda británica en Europa.

Desde que se funda el bloque económico muchos países hicieron caso omiso a los controles económicos que se imponían, y por el solo hecho de pertenecer a la UE esto trajo consigo que muchos países recibiesen las bonanzas de la fortaleza económica pero no así los ajustes a sus políticas restrictivas acorde a cómo se planteó esta unión. Todo ello nos llevó a crisis como la española, la griega y la italiana en donde no se hicieron dichas reformas y en consecuencia los países que se habían sido estrictos en su regímenes fiscales, tuviesen que pagar los platos rotos de estos países indisciplinados y a la postre llevó a Reino Unido a plantearse la salida de la UE.

Con un crecimiento estancado, México ha dejado de ser esa economía emergente atractiva para los inversionistas en el extranjero. Enrique Peña Nieto ha dejado mucho que desear en materia de seguridad, en materia económica y en materia de combate a la corrupción, el país ha regresado 50 años. Ante esta y futuras turbulencias financieras mundiales el panorama para México no es nada halagador, la realidad es que el gobierno de Peña Nieto necesita apretarse el cinturón, hacer recortes al presupuesto, recortes al gasto corriente y comenzar el combate real a la corrupción dentro de los estados y del mismo gobierno federal.

Sólo así se darán señales de que la política del gobierno está dispuesta a dar el giro de timón giro de timón que el país necesita.

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Ley Anticorrupción, entre simulación y desesperación

Por Cruz Pérez Cuéllar

La Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción aprobada a medias tintas en el Senado de la República la semana que está por concluir es una clara muestra de la desesperación de nuestros gobernantes por erradicar la mala fama que se han ganado a pulso pero que no son capaces de aplicar en la práctica, porque de antemano sabemos que existen leyes que regulan un sin fin de actividades de la función pública y son violentadas porque ya conocieron el caminito y saben por donde sacarles la vuelta, pero ahora quieren venir a darnos atole con el dedo a los ciudadanos, con una reforma mocha, sin filo para castigar y con una serie de recovecos legales, como sugiriendo en ello que nos la volverán hacer.

O sea que la ley anticorrupción aprobada la semana pasada exceptúa a varios funcionarios públicos de presentar la declaración patrimonial, fiscal y de interés con el formato de la plataforma 3 de 3, a la cual nos sujetamos varios candidatos en la pasada elección sin estar establecido en una ley, por ejemplo, pero los que ostentan el poder actualmente no la quieren suscribir. Pero sí buscan que los empresarios que obtienen recursos públicos si hagan pública estas cosas, con excepción de la fiscal. Hay apapacho a los funcionarios. De acuerdo al artículo 29 se propone que los servidores públicos omitan “los rubros cuya publicidad pueda afectar la vida privada o los datos personales protegidos por la Constitución”, según ese criterio, cualquiera podrán hacerlo.

Quienes me conocen podrán corroborarlo, pero no me considero una persona escéptica, cuestiono la realidad, eso sí, pero no juzgo por el placer de hacerlo. Bueno, en este asunto tampoco lo hago, no critico la creación de una ley por la naturaleza de la misma sino por los intereses que la envuelven; es decir, a aquellas verdaderas razones que motivaron su nacimiento. Todo el pueblo de México lo tiene claro, las corruptelas del gobierno de Enrique Peña Nieto obligaron a la creación de un órgano que pretendía evitar y sancionar la corrupción, pero surgió como una válvula de escape tras el asunto de la Casa Blanca, de Atenco, Ayotzinapa, el derroche presidencial, etcétera.

Por eso cabe preguntarnos: ¿Realmente creemos que la Ley Anticorrupción erradicará los actos de corrupción de nuestros gobiernos?, ¿o seguirá el mismo rumbo de otras leyes que le anteceden y que ya prevén aspectos de la naciente ley?, ahí está la Ley General de Responsabilidades para Servidores Públicos, ahí está la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación para aplicarla.

No creo que la ley vaya a surtir ese efecto como se cree, sino más bien se busca entretener al pueblo mientras dejamos pasar los actos de corrupción de Peña Nieto y su gabinete, y nos olvidarnos de ellos. Para un servidor es ese el verdadero propósito del Sistema Nacional Anticorrupción. Lo es, como fue la respuesta que hace más de un año dio el presidente al asunto de las mansiones de la primera dama, la actriz de telenovelas, Angelica Rivera, y las casas del secretario de Hacienda Luis Videgaray, curiosamente vinculadas al mismo constructor, proveedor de gobierno federal. Es como si creáramos una ley para erradicar la pobreza, como una medida para hacer a un lado el señalamiento del déficit de nuestros gobiernos en el combate a este problema social. El fenómeno debe combatirse a través de distintos programas, a través de un plan integral que incluya a varias áreas del gobierno, donde interviene la aplicación de varias leyes para lograr el propósito final, pero no a través de una ley.

La situación de la corrupción en México se encuentra en un nivel crítico, así lo revelan al menos 12 organizaciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, entre otros que han sumado esfuerzos para revelar las condiciones en que se encuentran las principales economías del globo.

El Índice de Percepción de la Corrupción 2015 posicionó a México en el lugar número 95, en el ranking de corrupción, solamente comparable con países con alto grado de corrupción y no solo de América Latina. En la última medición la calificación general que los ciudadanos dan al grado de corrupción que perciben de sus gobiernos, México obtuvo un 35 puntos de 100, es decir, ni si quiera el 50 por ciento percibe que estamos bien.

México se encuentra al lado de Venezuela, Paraguay, Bolivia y Argentina, en América Latina; y a nivel internacional junto con Filipinas, Armenia y Malí. El estatus actual que muestra Trasparencia Internacional, es de poco interés del gobierno mexicano de querer realmente cambiar esa percepción, o en su defecto, buscan cambiar esa percepción pero con resultados magros, porque el ciudadano ya no les cree, por ello a pesar de esos esfuerzos por limpiar su imagen seguimos estancados, porque pese a las leyes, a los programas y demás, la corrupción se sigue dando de una u otra manera.

Hay una propuesta realizada por un servidor en la pasada campaña por la gubernatura y que forma parte de la plataforma política del partido que nos dio la oportunidad de trabajar de la mano por un proyecto que va mas allá de esta contienda electoral, Movimiento Ciudadano; la iniciativa es la creación de una Auditoría Ciudadana, que esté compuesta naturalmente por miembros de la sociedad civil, de los diversos sectores académicos, barras y colegios de profesionistas, de ciudadanos, para que sean ellos precisamente los que sin un interés relacionado a la política o al servicio público los que con calidad moral probada revisen a donde se va el gasto público, cómo se emplean en general los recursos. Que sean los ciudadanos los que se encarguen de vigilar el buen manejo del erario, porque de lo contrario, con la creación de un “Sistema Anticorrupción” que estará compuesto por los propios funcionarios públicos contratados por el presidente, por los gobernadores, los alcaldes o los legisladores, entonces estamos hablando de pura simulación, y en el otro caso de un verdadero ejercicio contra la degradación del gobierno.

De inmediato hubo un rechazo de esta propuesta a nivel nacional, pero no de la gente sino del propio gobierno que a través de una institución así visualiza truncadas sus esperanzas de hacerse de más capital que extraen de las arcas gubernamentales, de recursos materiales, de porcentajes o diezmos que cobran a quienes prestan servicios; ven con dificultad la idea de continuar inflando los precios para seguir beneficiándose, entre tantos otros negocios que se verían frustrados. Y ¿cómo no tenerle miedo a un órgano que siendo realmente ciudadanizado (no la simulación que ahora tratan de vendernos), si el gobernante no los contrata y por ende, no los puede manipular o callar?. Estoy sumamente convencido que esta sería en gran medida la solución a este grave problema que enfrenta la sociedad mexicana.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a través del correo: cruzp@terra.com.mx

Democracia de mediana estatura

Por Cruz Pérez Cuéllar

Siempre he sido agradecido con la vida, con Dios, porque uno propone muchas cosas y a final de cuantas el Creador de todo lo que hay quien dispone de ellas y de nuestro destino.  Después de haber participado en el pasado proceso electoral en donde los resultados fueron más que inesperados, pero a final de cuentas muy elocuentes porque reflejan un sentir ciudadano, nos encontramos muy contentos por los logros obtenidos y agradecidos con los chihuahuenses por la miles de puertas que nos abrieron, por miles de corazones que se sinceraron con nosotros y pudimos escuchar sus propuestas, sus necesidades, sus preocupaciones… todo es una experiencia increíble que llevaré conmigo siempre. El resultado y las circunstancias no nos amilanan, por el contrario, nos animan a seguir adelante, a redoblar esfuerzos.

La cosecha electoral para Movimiento Ciudadano ha sido tremenda, pero de eso nos ocuparemos en otra entrega ya que es necesario que las aguas vuelvan a su cause para concentrarnos de nuevo en esa situación, antes creo prescindible tratar un aspecto importantísimo para el crecimiento de nuestra democracia que, en lo relacionado a las campañas falta mucho por avanzar y muchos errores que corregir.

Por ejemplo, hay un esquema diseñado para las campañas electorales en México que necesita cambiar, porque está desgastado, es insuficiente para dar a conocer a los próximos gobernantes, tal es el caso de los debates que en la pasada contienda para la gubernatura y para las alcaldías sólo fue autorizado uno solo. Estamos hablando de una democracia a medias que dista mucho de las democracias europeas o la norteamericana donde, forzosamente el aparato electoral o el arbitro de las contiendas tienden a organizar tres, cinco, diez o mas debates entre los candidatos a cargos de elección como las alcaldías y la gubernatura.

Porque es bajo esa figura como se puede dar a conocer mejor a los aspirantes a cualquier cargo de elección, no a través de la entrevista o el spot publicitario, sino a través del debate para el cual, por mas preparación que tenga el candidato, por más frases que se haya aprendido de memoria para, quizá, tratar disfrazar sus deficiencias intelectuales, su falta de discurso o su ayuno de ideas, siempre saldrá una parte de su verdadero yo y es así como la gente quiere ver a quienes pretenden su voto: desnudos ante el público, sin más parafernalia ni mercadotecnia política que sus propias armas, su conciencia, sus capacidades y sus defectos.

Es un ejercicio sano que merece ser incluido no como una opción para los candidatos y los partidos que los promueven, sino debe estar normado a fin de que los ciudadanos tengan todos los elementos necesarios para decidir. Un solo debate en una campaña aún para la alcaldía o diputaciones es irrisorio para las condiciones actuales. En Estados Unidos, entre agosto de 2015 y mayo de este 2016, tan sólo en la contienda interna para elegir candidato del Partido Republicano se han celebrado 13 debates, la mayoría televisados, con lo cual al ciudadano de Norteamérica le queda claro quienes son y como son los candidatos de esa opción política; claro, estamos hablando de mucho tiempo, pero aquí también nuestro sistema electoral emplea bastante para elegir a candidatos de los partidos, y luego hay otro tanto de campañas constitucionales, donde al menos se debieran aplicar unos tres o cuatro ejercicios de estos para que el ciudadano califique, juzgue, y no tenga oportunidad a equivocarse; es decir, que vaya a ciegas a la urna el día de la elección y se decida en ese momento por alguien que “posiblemente” puede hacer lo mejor por su ciudad o estado, o por quien le “late”; o votar por cualquiera, nomás para que no gane el de siempre. Me parece que nuestro sistema nos ha orillado a esta manera de concebir la manera de seleccionar a nuestros gobernantes, para evitarlo es necesario dar a conocer de cuerpo completo a los que aspiran, y descubrirlos en público dos, tres, cuatro o más veces a través de la comprobada eficacia del debate público.

Hay otro elemento que es indiscutible su modificación: las prerrogativas de tiempo aire en radio y televisión, porque la forma en que se reparten atenta contra el principio de equidad en las contiendas electorales en Chihuahua y en todo México, ya que las leyes locales se circunscriben a las generales. Y si no hay equidad entonces también podremos decir que se le está mintiendo a los electores a quienes no se les deja ver quienes son sus candidatos, sólo unos cuantos, los que tienen el poder económico, los que gozan del influyentismo político, los que han mantenido en sus manos toda la vida la llave para promoverse ellos mismos y evitar que otros lo hagan.

En Chihuahua, en la pasada contienda electoral, se expidieron varias centenas de miles de mensajes de radio y televisión para promover a los candidatos a los distintos cargos de elección que estuvieron en disputa. Únicamente, en la campaña en la que yo participé, la de gobernador, puedo decir sin temor a equivocarme (porque he consultado los datos oficiales sobre la proporción de mensajes para uno u otros candidatos) que por cada 10 impactos de radio o televisión que promovían la imagen de Javier Corral o de Enrique Serrano, sólo se pautaba 1 para un servidor como candidato de Movimiento Ciudadano, cosa parecida sucedía con los candidatos de los demás partidos que nunca han tenido el poder y por ende no pueden acceder a más que unos cuantos segundos en radio y TV diarios, en cambio los otros dos circulaban frecuentemente en horario AAA en una completa desigualdad en la competencia.

Habremos de promover una reforma a ese respecto, porque la repartición de espacios no puede estar dependiendo del resultado de la última elección, en ese tenor no habrá nunca igualdad en las contiendas, no habrá competencia y el resultado será igual: siempre ganarán los candidatos de los mismos partidos.

Si se ha ganado el derecho de participar en una elección, entonces es justo que todos los partidos, los de mayor votación y los de menor, en la pasada contienda electoral reciban por ley la misma cantidad de espacios en la pauta de radio y televisión. Y si se considera, de acuerdo al marketing tradicional, que dice que cualquier producto que se venda a través de estos dos medios y se esté repitiendo constantemente será más fácil que se conozca y quizá sea comprado por los clientes, entonces es determinante que se abra la llave parejo para todos los candidatos, porque hasta hoy la competencia es injusta y no puede llamarse equitativa, sobretodo si a eso le sumamos la enorme diferencia de recursos económicos que reciben también como prerrogativa los partidos políticos grandes, entonces debe darse la reforma a las leyes electorales para que en las próximas elecciones se vaya subsanando estos pendientes de nuestra democracia que le queda a deber mucho a los ciudadanos, que ahora  supone un avance en esta materia con la figura de los candidatos independientes, posiblemente los más dañados por las consideraciones actuales de la ley electoral, lo cual los pone en una gran disyuntiva difícil de superar.

Miles de spots de radio y televisión para dos de seis candidatos a la gubernatura y un solo debate en toda la campaña hablan de la inequidad en Chihuahua, del intento de democracia con el que seguimos eligiendo a nuestros gobernantes.

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