El chisguete de Corral 

Por Cruz Pérez Cuéllar

Existen varias maneras de desviar la atención contando con los recursos que dispone el estado, y las razones para hacerlo pueden ser muchísimas, tantas como se le ocurran a quien encabeza el gobierno, por supuesto al titular del Ejecutivo, la vacilada de la separación de poderes y su respectiva autonomía sólo está en el discurso jamás se ha puesto en práctica, ni aun por los autoproclamados demócratas y los juanes escutias que se han revestido de Patria y se tiran al suelo ante las asechanzas del enemigo; en el caso particular del estado, el gobernador es quien asume dichas facultades y las ejerce a plenitud.

El gobernador, cuando excede sus funciones genera distractores muy variados para desviar la atención del verdadero problema, sobretodo cuando se trata de asuntos políticos y de mal gobierno que generan altas y bajas en la popularidad del mandatario. En el caso de Chihuahua ésta práctica no es diferente, no, ni siquiera ahora que gobierna Javier Corral, quien se ha comprometido siempre en sus discursos con la justicia y la libertad, pero en la práctica le ha resultado complicado ajustarse a sus propios ideales proclamados durante toda su vida política.

Lo anterior viene al caso porque me resultó muy interesante escuchar las absurdas declaraciones de un testigo protegido en custodia de la Fiscalía General del Estado, quien aseguró vagamente en su declaración ante el juez que supuestamente un servidor había recibido una cantidad determinada de dinero para financiar mi campaña pasada para la gubernatura, en la que competí como candidato por Movimiento Ciudadano, que por cierto nos sirvió muchísimo en nuestra experiencia política-electoral, y donde tuvimos contacto con miles de personas, pero también con sus necesidades y problemas.

Lo declaré después de publicadas dichas expresiones que hasta le ponen monto a lo supuestamente desviado a nuestra campaña; esa es una vacilada vil, porque qué curioso que cada vez que se complican las cosas en Chihuahua por la falta de gobernanza, por la incapacidad de superar los problemas propios de la administración publica se generan expresiones escandalosas y actividades que no son más que meros distractores para evitar el asunto principal.

En un principio, en esta administración se generó el desorden por los altos niveles de violencia que alcanzó a dos periodistas, a familiares directos de políticos y empresarios connotados del estado, cuando las confrontaciones entre protagonista de los cárteles de la droga dejaron decenas de víctimas; cuando la credibilidad del gobernador estaba por los suelos porque mientras la violencia se desbordaba en Chihuahua él plácidamente jugaba golf en Mazatlán,  hecho que le provocó una dura crítica por medios de comunicación locales y nacionales; cuando todo esto sucedía de pronto, para contenerlo, siguieron las declaraciones oficiales fantásticas, las detenciones bulliciosas, que poco a poco fueron disminuyendo la tensión del mandatario en esos temas que le mantenían agobiado políticamente. Ahora que vuelve arreciar la violencia en todo el estado, sobretodo en Juárez y en la capital, ahora que la credibilidad del mandatario se pone de nuevo en tela de juicio por las irrupciones estrepitosas en los organismos que se suponen son autónomos y lejos del alcance de las decisiones del gobernador; ahora que intentaba hacer mucho ruido en la ciudad de México con un anuncio que anticipó sería “una bomba”, y que resultó, como decía un afamado juarense conocido como Tintán, “un chisguete”, sale a relucir esta declaración de financiamiento a varios candidatos, en una presunta conspiración pasada para evitar la llegada del ahora mandatario. Como si un servidor y los demás contendientes ignoráramos el potencial de nuestras propias campañas y la fuerza que hasta hace un año guardaba el bipartidismo.

La violencia se ha incrementado en el estado de Chihuahua, en el primer semestre del año respecto del anterior similar, en un 14.5 por ciento de acuerdo a cifras publicadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, que va publicando mes a mes la estadística de delitos clasificados por periodo, por estado y municipios de todo el país. En ese plazo 34 mil 242 ciudadanos fueron alcanzados por la violencia en el estado de Chihuahua cuyos casos fueron registrados por las áreas de seguridad pública.

De dichos actos de violencia casi un millar corresponde a homicidios concentrados principalmente en Juárez y Chihuahua, capital; a ellos se les suma extorsiones, secuestros, robo con violencia, agresiones físicas, etcétera.

Por lo anterior, a estas alturas, la percepción ciudadana sobre la inseguridad ha cambiado drásticamente de un año a otro, de acuerdo a reciente publicación de un periódico de Juárez, 7 de cada 10 ciudadanos perciben un incremento en el clima de violencia a tal punto que creen que en cualquier momento pueden ser víctimas de los criminales.

Hay diversos temas, que actualmente hacen mella a la administración estatal, que a menos del año de gestión se ve desfavorecida del apoyo popular, precisamente por una serie de medidas impopulares y por la falta de cumplimiento de promesas de campaña, por la falta de resultados en temas torales como la seguridad pública. Esto ha generado que reaccionen de mala manera y con peores formas, por ello me parece que el ciudadano debe estar bien informado de lo que acontece en la administración pública y el entorno político y con dicha información tomar sus apropiadas conclusiones.

Aprovecho este espacio para felicitar a todos mis compatriotas, en estas fechas que nos obligan a reflexionar sobre nuestro papel en relación a nuestro compromiso con nuestra tierra con nuestra patria, con nuestra historia y sobretodo con el futuro de México.

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Peñalandia

Por Cruz Pérez Cuéllar

Luego de escuchar el discurso por el V Informe de Gobierno de Enrique Peña y de haberme recetado al menos tres días algunos spots de radio y televisión con motivo de dicho informe, aderezados también con publicidad en diversos medios impresos y desde luego en redes sociales, me sentí tan bien que quise comprarme un automóvil deportivo último modelo. Así es, aun y la consabida crisis económica, mi precaria situación y los augures de devaluaciones para el cierre de este sexenio, me dieron ganas de socavar mis finanzas y embarcarme con un buen mueble.

Nótese con claridad el tremendo sarcasmo, pues quien crea y tome como ciertas las afirmaciones dichas por el presidente en torno a esta rendición de cuentas realmente pensaría que vive en un país con una economía pujante, sin deuda y una administración efectiva de los recursos; que no hay inseguridad  y se respeta la propiedad privada, es decir, que es improbable que sea asaltado o le sea robado el vehículo de su cochera o afuera de su casa; que la situación de violencia extrema en las calles es cosa de guerrillas en Centroamérica o de la guerra formal en medio oriente; que la pobreza es ajena a nuestro territorio y sólo puede apreciarse en las pobrísimas ciudades africanas. El tema de la corrupción es tan ajeno a México y sobretodo a las autoridades mexicanas, que se relata como cuento de hadas a inocentes infantes que no ven más allá de su imaginación por su corta comprensión de las cosas, es una acción impensable.

En dicho supuesto para cualquiera es fácil ir a sacar un crédito para un auto o una hipoteca para una vivienda nueva, aventurarse en un negocio incierto e inscribir a sus hijos en los mejores colegios, al final de cuentas la economía está muy bien y no hay riesgo de que esta decaiga. Pero la realidad, la triste realidad que no se refleja en semejante información oficial nos dice todo lo contrario, o cada quien voltee a su alrededor y diga si se cumple en su contexto, aquella de la que habla el presidente de México, donde se note el progreso o al menos no el retroceso.

El asunto económico revela, por decir lo menos, la catástrofe a la cual nos han llevado décadas de malos gobiernos impulsados por los mismos, aquellos que mandan en primera persona o tras el trono, que se siguen beneficiando así mismos y a los suyos, a raudales, sin freno, sin escrúpulo. Claro que en delante, el derrotero en este tema podría aparentar una notable mejora, pero ojo, cual sexenio salinista en su último período comenzarán a fluir los apoyos económicos, la entrega de escrituras de terrenos y viviendas; los subsidios para todo, que harán suponer a los incautos que el gobierno está respondiendo a las necesidades de la gente, después que los sangró todo el sexenio con impuestos, gasolinazos y demás. Es solamente una economía de ficción que posteriormente traería las consecuencias correspondientes, y llegue quien llegue a la Presidencia en el 2018, tendrá que pagar con creces, toda vez que en su desesperación el gobierno peñanietista intentará cautivar al electorado ya no con discursos, con argumentos, sino con espejismos, con ilusiones, a billetazos a la manera de la real politik.

En los demás rubros, me parece que hay mucho que reclamar y de lo cual preocuparse, porque en el país mágico y maravilloso que describió Peña Nieto en su informe, no se habla del delicado tema de los homicidios y la virulencia que acaparó todo el territorio nacional, desde Juárez hasta la península yucateca y que a febrero de este año, en este gobierno priista ya sumaban 90 mil 694 homicidios, más los que se hayan acumulado en los seis meses posteriores, siendo mayo de este año el mes con mayor número de homicidios desde 1997.

Un asunto terrible que marca a este gobierno por tantos asesinatos masivos y de forma individual, entre criminales, pero los más lamentables donde las víctimas fueron ciudadanos honrados que cayeron bajo el fuego cruzado, tras sufrir secuestro o extorsión, aniquilados por estar en el lugar equivocado, o que ante el río revuelto fueron victimizados por vendettas personales o pasionales.

Con este solo rubro se cae a pedazos la faramalla pintada por el presidente y sus secuaces a través de miles de spots de radio y televisión, a través de publicaciones en periódicos impresos y digitales, a través de espectaculares en todo el país. Pero para su desgracia hay otras áreas de la administración que dan testimonio fiel del hundimiento de este gobierno y junto con él la caída del bipartidismo que en breve deberá de ponderar una nueva estrategia electoral ya que han caído si no en la impopularidad, sí han perdido innumerables simpatizantes, lo cual se demuestra en las encuestas que son muy elocuentes en ese sentido.

En Chihuahua, una de las encuestadoras más famosas, la de Roy Campos, publicó hace unos días el estrepitoso descenso del PRI en las preferencias electorales rumbo al 2018 como nunca, hasta dejarlo con un 17.2% de intención de voto, sin mencionar candidato sólo la sigla partidista (y si se toma en cuenta que no hay gallo que llene el ojo a los ciudadanos el castigo se advierte de mayor tamaño). El PAN figura en la cima con un 26.4% en las preferencias, sin elevar mucho sus números ya que tradicionalmente se presentaba ligeramente por debajo de su principal competidor, el tricolor y con números muy parecidos a los que tiene actualmente. La gran expectativa está en Morena que desplaza a los demás partidos pequeños, pero se coloca a sólo tres puntos de distancia del PRI que va en caída libre, y que puede capitalizar ese enorme 28.9% de ciudadanos que no supieron definirse por un partido.

Por eso, a estas alturas los discursos trasnochados del presidente, el show mediático donde prevalece la autocomplacencia y la simulación no nos quita el sueño; está claro que el fracaso de este gobierno es la oportunidad para que otras opciones lleguen, para que haya la alternancia debida y no aquella que supone más de lo mismo.

El presidente despide sus spots diciendo que: “lo bueno cuenta y queremos que siga contando”… sin duda cuenta, no debemos regatear las cosas bien hechas. Qué lastimas que las malas acciones, que también cuentan, sean las que predominen en este recuento de daños.

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Una derrota segura anticipada

Por Cruz Pérez Cuéllar

Las pantomimas políticas que se presenciaron en lo más rancio del presidencialismo en nuestro país, vuelven con toda su fuerza (o a caso nunca se ausentaron del todo del escenario nacional), con formas que no distan mucho a las utilizadas en antaño, quizá matizadas y coloreadas para tratar de guardar las apariencias pero con mensajes tan claros que dan pena porque la ciudadanía se puede dar cuenta que nunca ha sido desterrado “el dedazo”, por ejemplo, que tanto ofende a nuestra simulada democracia pero que se mantiene en beneficio de una partidocracia obsoleta y carcomida desde dentro, y liderada por sus principales exponentes: los únicos dos partidos que han estado en el gobierno a nivel federal.

Sobre esto último. Ora sí lo digo a la manera de López Obrador: me refiero sobretodo a quienes mantienen cooptado el poder en dichas expresiones políticas, no por supuesto los de abajo, porque conozco a la gente de a pie y me consta que son los que se la parten en cada campaña en cada elección para sacar avante al partido, y son los menos agraciados porque la repartición de puestos políticos al interior como al exterior de la organización se quedan en sólo unas manos (que para variar son siempre las mismas) y  rara vez les cae algún beneficio producto de su esfuerzo para hacer que ganen los candidatos impulsados por las cúpulas. En efecto, los del problema no son los de la base militante del PAN o del PRI, sino quienes los dirigen desde la cima, quienes toman decisiones equivocadas, en muchas ocasiones en detrimento de sus propios seguidores.

Quiero resaltar que figuras como el dedazo, el tapado, el delfín, son sinónimos de la corrupción que se vive al interior de los partidos, y por más que el pragmatismo sea aceptado en la política moderna y se explique como parte del juego, no están justificados los excesos que se cometen al amparo de dicha praxis, como aquella tan acostumbrada por el presidente de la república saliente, o cualquier gobernante, de dejar a un sucesor, ya sea para que le tape sus fechorías o para dar seguimiento a sus ambiciosos proyectos políticos y económicos, o ambas cosas a la vez.

En días recientes presenciamos una de esas muestras de sobrada confianza en el poder, que les permite a los gobernantes, de manera directa en privado, y a través de terceros en público, el señalar quien es o puede ser su sucesor.

La develación de los retratos de Luis Videgaray Caso en la Secretaría de Hacienda, y después, al día siguiente, de Antonio Meade Kuribeña en la Secretaría de Relaciones Exteriores, habla de quién va y ya tiene la bendición del presidente para competir por la Silla del Águila el próximo año.

Primero se reunió la crema y nata del poder económico en el país en torno al secretario de Hacienda, José Antonio Meade, lo arroparon los extitulares de Hacienda, como el presidente del Banco de México Agustín Carstens, el senador Ernesto Cordero y Luis Videgaray; además del amigo del alma de Enrique Peña Nieto, el titular de la SEP, Aurelio Nuño; el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid; quienes presenciaron la develación de una imagen de Videgaray como extitular de la SHCP, el centro de atención no era el homenajeado con dicho acto sino el actual secretario, Antonio Meade.

Posteriormente Meade Kuribeña, fue invitado a la Secretaría de Relaciones Exteriores para develar un óleo donde se le reconoció como uno de los personajes mas destacados de la diplomacia mexicana del siglo XXI, según informó la propia cancillería.

Intencionalmente se ha ventilado la imagen de Meade como quien después de haber trascendido a dos administraciones, una panista y la ahora priista, puede ser quien salga avante con el apoyo de priistas y panistas en la próxima elección. Cosa que devaluaría aun más al bipartidismo, que históricamente en público se han sacado los ojos pero en privado han llegado a acuerdos que les reditúa políticamente, a nivel país y en todos los estados donde siempre han tenido presencia. Chihuahua no es la excepción, y está claro que, como lo dijimos en la entrega pasada, ambos partidos están prestos a hacer alianzas que los mantenga comiendo pan caliente, y que en el caso de la reforma electoral recientemente aprobada, lo hicieron a través de un pacto que les permitió sacar una mayoría absoluta, para darle entrada a la reforma, y ahora más recientemente dejar en manos del PRI la presidencia de la mesa directiva del Congreso local, cuando el PAN con la mano en la cintura podía dársela a un adversario político menos fuerte.

Sin embargo, José Antonio Meade, el funcionario más placeado de los últimos tiempos, que ha ido de una secretaría a otra: como de Hacienda (tanto en la administración pasada y en la presente), a la de Desarrollo Social; a la de Educación, a la de Energía y a la de Relaciones Exteriores que actualmente ocupa, “nomás le faltaría ser presidente”, diría el propio Peña Nieto y sus secuaces, quienes ahora lo colocan como uno de los más fuertes tiradores, pero sobretodo lo colocan quienes mantienen el poder económico, la mafia del poder, que basa sus decisiones en una serie de factores relacionados al dinero y que al igual que otros expresidentes, en el ocaso de sus administraciones, (Luis Echeverría y Carlos Salinas de Gortari serían los más ilustrativos de los últimos tiempos, estarían en condiciones de patalear el sistema para tratar de ganarse la confianza de los ciudadanos que durante el sexenio se mantuvieron a raya con medidas drásticas en materia económica, con devaluaciones sin fin, con gasolinazos y un sinnúmero de vaivenes, pero el impacto sería igualmente desastroso o mayor que en los ejemplos mencionados.

No tienen escrúpulos para lograr su cometido, pero sobre advertencia no hay engaño, ya lo han hecho en el pasado, no han cambiado ni en su modo de operar, y ahora me parece que los mexicanos no debemos dejar que cometan el mismo error, porque si todavía no logramos recuperarnos después de las devaluaciones que sobrevinieron al salinato, imaginémonos que nos salgan con otra debacle, solo quedarán residuos de nuestro querido México.

El tiempo se les está terminando y pronto llegará el momento en que los ciudadanos decidirán el futuro de nuestro país, las evidencias del mal gobierno están por doquier, así que no nos dejemos sorprender, el cambio está a la vuelta de la equina, no hay que desaprovecharlo.

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Harakiri electoral en Chihuahua

Por Cruz Pérez Cuéllar

Cada vez, cada periodo de gobierno a nivel estatal se manosea las leyes electorales al antojo y al arbitrio de quienes tienen la sartén por el mango, es políticamente lógico aunque no necesariamente ético, acomodar el tablero del juego a modo para que el partido dominante o a quienes se intente beneficiar con el acomodo de las piezas facilite su tránsito por una campaña electoral o en su defecto les dificulte el camino rumbo al propósito de todo proceso de electivo que es ganar determinada posición pública.

Hace unos días los chihuahuenses fuimos testigos del nacimiento de un engendro legal en materia electoral (conocido públicamente como reforma electoral) que despertó muchas dudas en cuanto a la esencia del mismo, porque toda reforma supone una modernización del esquema existente, una adaptación a las condiciones actuales que, en teoría deberá beneficiar al parejo a los sujetos a que se refiere dicha legislación, en este caso a los partidos y organizaciones políticas y a todos aquellos ciudadanos que desean hacer uso de sus derechos para participar en una contienda electoral o inscribirse a cualesquier agrupación política, etcétera. Pero en cuanto a la praxis política una reforma de este tipo beneficiaría a los impulsores y sobretodo a quienes decidieron finalmente darle vida, en este caso los diputados del PRI y PAN que en contubernio quieren generar condiciones que dejen fuera de la competencia a los partidos políticos de menor recaudo de votos y representación ciudadana, así como a los independientes.

Pero debido a la voracidad con que se creó el engendro para hacerle frente a quienes los diputados tricolores y blanquiazules creen son sus peores enemigos, descuidaron un pequeño detalle que desde ya les está generando dolores de cabeza. Me explico con mayor detalle.

Resulta que en la mencionada reforma aprobada en el Congreso del Estado y actualmente sometida a consideración de los cabildos, en su afán de querer minar le terreno a los candidatos independientes, les prohibieron seguir en la administración (naturalmente a quienes ostentan un cargo público en los ayuntamientos) casi un semestre antes de la elección, no así a los funcionarios que no son independientes, o sea que pertenecen a algún partido político, quienes podrán dejar su cargo hasta un día antes de que inicie la campaña.

La medida no sólo resulta dispar e inequitativa, y que viola principios fundamentales a este respecto sino que victimiza a los candidatos independientes, quienes desde publicada la reforma comenzaron a señalar esa decisión del Congreso como el temor que tienen los partidos políticos a los aspirantes sin partido, como una fobia a su astucia política y a su “buen gobierno”; en el caso de Armando Cabada, alcalde de Juárez y el de Hidalgo del Parral, Alfredo Lozoya, ambos independientes, ahora se venden como mártires de la partidocracia que los desprecia porque son mejores que los funcionarios pertenecientes a algún partido político. Debo reconocer que en los dos casos están aprovechando la oportunidad que les dieron ante una reforma donde se nota claramente el intento de avasallamiento. Se pusieron de pechito y tanto Cabada como Lozoya sacan raja política de ello.

Ahora, seamos sinceros, ambos funcionarios independientes tendrán que dejar el cargo público desde enero para ir a juntar firmas, es decir, promoverse electoralmente porque tendrán que preguntarle al ciudadano si respaldan su candidatura a la alcaldía, su reelección, podrán ir casa por casa pidiendo su firma y de pasada el voto, contando con una estructura bien refaccionada por el Ayuntamiento, el cual todavía encabezan, y que ingenuamente los promotores de la separación de los independientes de sus cargos creían que también se separarán de los recursos económicos, materiales y humanos que les provee el cargo que, insisto, no habrán dejado. Los alcaldes del PRI y PAN solamente tendrán que dejar la administración un día antes de que comience las campañas.

A estas alturas, en el círculo rojo, ya pocos creen que esta fue una buena decisión, los independientes harán de las suyas, campaña abierta y con cargo al erario, y gracias a una reforma que intentaba desplazar a los partidos pequeños pero que allanó el camino a los independientes.

Quiero reconocer la valía y participación de Movimiento de Regeneración Nacional en este asunto, en el que se presentaron iniciativas de gran talante, pero ignoradas a conveniencia de los diputados del PRI y del PAN, ya que a ambos no convenían pero que saben guardan el espíritu de una verdadera reforma democrática y que generaba un mejor ambiente para celebrar comicios en Chihuahua pero la rapacidad política hizo que se cerraran completamente a ellas. Vale mencionar la iniciativa de “Sin voto no hay dinero” a través de la cual se propone aplicar con justicia el reparto de las prerrogativas a los partidos políticos, es decir, que estos obtengan el recurso económico público de acuerdo a la cantidad de votantes (luego de cada proceso federal) y no de todo el padrón electoral, porque así estarán obligados los partidos y sus candidatos a generar campañas de altura y no los espectáculos de propuestas vanas y dimes y diretes a los que los chihuahuenses estamos acostumbrados.

La propuesta de eliminar las listas de los partidos para que asuman las diputaciones plurinominales, que estas se repartan solamente entre quienes se la partieron en la contienda, quienes hicieron campaña, y no entre los señores de las cúpulas partidistas, quienes hacen su agosto sin hacer campaña, teniendo como soporte la cercanía, el compadrazgo o  facturas pendientes que cobrar a los dirigentes delos partidos.

También se debe mencionar la iniciativa trasparencia electoral con la apertura de paquetes electorales luego de los comicios, durante los alegatos de las elecciones donde no quedó claro quien ganó y quien no. Sin tener que cumplir con el 5 por ciento de votos de diferencia ni nada por el estilo, si no hay nada que temer entonces que se abran los paquetes sea el porcentaje que sea la diferencia de votos, para que haya más certidumbre.

En suma, creo que este fue un ejercicio que no deja en claro si, luego del acuerdo entre el dirigente estatal del PRI Omar Bazán y el gobernador Javier Corral, pactado en el propio Palacio de Gobierno previo a la aprobación de la reforma en el Congreso, tenía como propósito apuntar a sus propios correligionarios o a los independientes, si pretendían alimentar la pluralidad política o destruirla, si quieren que al gobierno lleguen los mejores ciudadanos o los deshechos de los partidos; en fin, la reforma electoral sienta un precedente de la caída no sólo del PAN, como mayoría que son en el Congreso  sino del PRI, que como dijo el dirigente estatal de Morena, Martín Chaparro refiriéndose a ambos partidos: “Podrán pelearse en público, pero en lo fundamental, en el ejercicio del poder, en el control del presupuesto, en tener a la sociedad como la tienen, ahí son exactamente iguales”.

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Bueno para prometer, muy malo para cumplir

Por Cruz Pérez Cuéllar

La demagogia constante de los gobiernos, hacen que tarde o temprano los ciudadanos terminen por aborrecerlos, a los malos gobernantes, y Chihuahua por supuesto no es la excepción, porque uno de los temas más sentidos, el del trasporte público, fue tomado como bandera de campaña por el gobernador Javier Corral, porque sabía del hartazgo de la gente que anhelaba un buen servicio, y ahora que le toca responder a casi un año de iniciada su gestión, ofrece un resultado menos que mediocre y manoseado.

Hace unos días nos enteramos de la supuesta solución al problema de transporte público en Chihuahua Capital, a la renovación de unidades y desaparición aparente de los vicios que albergaba el sistema antes de que asumiera el actual gobierno. Pero la evidente realidad es otra muy distinta, porque para empezar la renovación es parcial: de 300 unidades que se encuentran concesionadas a personajes relacionados con la CTM y a la CNOP, sólo fueron reemplazadas 50, la sexta parte del compromiso. Así que el evento realizado la semana pasada en la Plaza del Ángel, donde el gobernador dio a conocer con bombo y platillo la renovación de la flotilla de autobuses de transporte público no fue más que una faramalla de lo que es la solución a la bronca que anida en el sistema.

Aún así, el “compromiso cumplido” como lo llamó el propio mandatario y el secretario general César Jauregui Robles, no es más que una mera falacia, una mentada para los ciudadanos que hacen uso constante de dicho servicio, porque no solamente nos dieron gato por liebre (50 en lugar de 300 unidades renovadas), sino que incrementaron la tarifa de 7 a 9 pesos. Para ser más objetivo: sube a 7 pesos el costo de rutas alimentadoras, o sea aquellas que llegan a la ruta troncal, el transporte en general se cobrará a 8 pesos, salvo aquellas unidades que viajan hasta el centro (casi todas); en fin, la tarifa diferenciada no es ninguna gracia ya que cualquiera que vaya al centro, si no está cerca de la ruta troncal deberá pagar 16 pesos de ida y otro tanto de regreso, es decir, 32 pesos; no hay nada más oneroso que este costo en todo el país. Oneroso y sigue siendo de mala calidad.

No es la primera vez que los colmilludos concesionarios le ven la cara a la autoridad, no hace mucho también hicieron compromisos que nunca cumplieron, y el sueño de mantener las unidades siempre en buen estado y limpias se ha convertido en una burla que sólo la autoridad les compra, aunque debemos decir que en esta ocasión les salió más barato, ya que de 300 camiones nuevos sólo renovaron 50 y el otro tanto, han declarado los representantes de los concesionarios, ahí poco a poco los irán reponiendo.

Aún y si hubiesen reemplazado las 300 unidades en la Capital, no podríamos hablar de un objetivo cumplido, porque en pocas palabras quienes asumirán el costo son los propios ciudadanos que deberán pagar más ahora con el incremento, en todo caso son los propios chihuahuenses los que pagarían por esas unidades nuevas no el gobierno.

Esta carga económica representa un doble golpe a la economía familiar ya que tiene que cargar en estos momentos con la educación de sus hijos que no es gratuita, aunque así la vendan los propios gobernantes (tan sólo hay que calcular los gastos de inscripción y las cuotas de padres de familia y un sinnúmero de arrimadijos por conceptos de “inglés”, “danza”, “guía de estudios”, “actividades extraclase”, además de los útiles escolares, uniformes, entre muchos otros). Y no se diga de los gastos que representa una carrera profesional en la tampoco gratuita educación superior, donde no puede olvidarse todavía la promesa incumplida que hace un año hizo el gobernador estando en campaña de “Universidad Gratuita”. Hay padres que tendrán que sufragar más de 8 mil pesos por semestre, mas los demás consabidos gastos que a dicho nivel resultan un claro impedimento para que muchos jóvenes puedan estudiar una licenciatura en estos tiempos.

Haciendo un paréntesis. Tan sólo en estos dos rubros: educación y trasporte público, el gobierno del estado queda mucho a deber, y eso que son las áreas “fáciles” de la administración, por lo que no se puede esperar mucho de otras asignaturas de mayor complejidad para gobierno, tal es el caso de la seguridad pública que va de mal en peor, y las estadísticas hablan claramente de ello (en otra entrega podremos ahondar con mayor precisión en ese tema, donde el fracaso ha sido total); en obra pública y desarrollo social, el gobierno del Nuevo Amanecer brilla por su ausencia, no hay nada, nada que valga la pena mencionar.

En ciudad Juárez, la otra urbe del estado con mayor número de habitantes, el tema del trasporte no ha sido superado, tampoco ahí se ha cumplido, sigue en el mismo estado como lo dejó la pasada administración, con el déficit de unidades, ruteras en pésimo estado, muchas de ellas circulando en total irregularidad pues no cuentan siquiera con las placas reglamentarias, operadores sin el trato elemental, etcétera.

Uno de los primeros compromisos hechos por el gobernador, luego de que fue electo, fue precisamente atender el trasporte público, el 5 de julio informó a través de su propio portal de información que daría soluciones a problemas como la distribución de las líneas alimentadoras, vinculada a un programa de urbanismo para mejorar las vías de comunicación, contando con pavimento, tomando en cuenta la experiencia de un grupo de expertos en la materia, promesa que se ha quedado en un remedo de solución.

En ese momento declaró: “Estamos conscientes de que el problema es ya, se vive en estos momentos, muy grave y las posibilidades de actuar del gobierno por entrar están limitadas claramente, por lo que hacemos un llamado a la solidaridad de los chihuahuenses, para que, como ya ha sucedido en el pasado en nuestra ciudad capital se demuestre la calidad humana de sus habitantes y nos demos a la tarea, en la medida de nuestras posibilidades de paliar el problema de transporte urbano”. Después de más de un año seguimos con los mismos problemas, claro, un poco más matizados.

En ciudad Juárez el compromiso no fue menor, ahí declaró a un periódico local (Juárez Hoy): “Vamos a pavimentar todas las calles que están vinculadas con el transporte público, el plan de urbanización tiene que generar prioridades, existe un rezago de 82 mil millones de pesos y no podemos decir que lo vamos a saldar, tenemos que ser cuidadosos con lo que ofrecemos y no podemos cumplir, ya que la gente se decepciona”, manifestó el panista. 

En la nota el periódico señala que el candidato dijo en esa entrevista que su principal prioridad era darle facilidad al transporte público con mejores rutas, mejores unidades y buscar la manera de acortar los tiempos de traslado, “Por eso es importante la pavimentación en avenidas y calles principales donde circule el transporte”. 

El resultado que vemos un año después configura una especie de buena intención, pero una incapacidad para lograrlo, está demostrado.

PD. Señor gobernador. El dicho de que respeta y reconoce a los medios de comunicación y que tienen total apertura para ejercer la libertad de expresión en Chihuahua no se entiende si se empuja a una reportera para evadir sus preguntas y se le dice a los reporteros: “no voy a dar conferencias de prensa cada que quieran”. Fuera de su círculo de asesores y empleados eso se percibe como todo lo contrario. Nuestra solidaridad desde este espacio con la reportera Itzel Ramírez de El Diario de Ciudad Juárez.

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Retroceso democrático flagrante

Por Cruz Pérez Cuéllar

Siempre hay decisiones en todo gobierno que pueden generar polémica, sobretodo cuando rompen con los cánones de las políticas públicas; por lo regular esto casi nunca deriva en una estridencia mayor cuando pese a lo controvertido de tal o cual programa de gobierno, o evento público, no se trasgreden las reglas establecidas, en este caso, la ley.

Pero cuando se quebrantan sin miramientos las reglas del juego, cuando no le importa al encargado de velar por resguardar el orden atentar contra ellas mismas, entonces es cuando el pueblo debe alzar la voz, debe crispar el puño para exigir justicia, porque quien se erige como la principal autoridad no está dispuesta a acatar la ley y eso pone en peligro a todos los ciudadanos.

Hay un hecho concreto, tangible, que merece esta crítica, y por supuesto una denuncia legal por violentar el estado de derecho, y me refiero al “Encuentro Chihuahua: Problemas Contemporáneos de México”, donde el gobernador Javier Corral se reunió con los dirigentes nacionales del PAN (su partido) y PRD, Ricardo Anaya Cortés, y María Alejandra Barrales, así como otros personales de la política nacional como Porfirio Muñoz Ledo, Jorge Castañeda, Cuauhtémoc Cárdenas, Emilio Álvarez Icaza, Alfredo Figueroa, Jorge, Agustín Basave, Guadalupe Acosta Naranjo, Santiago Creel, Gustavo Madero, Clara Jusidman, Martha Tagle, además del presidente del Comité Estatal del PAN en Chihuahua, Fernando Álvarez Monje.

El problema es que el evento se llevó a cabo en el “Museo Casa Chihuahua”, edificio público que en antaño albergara al Palacio Federal y después a la oficina de correos, en horario y día hábil. Por lo que el evento de carácter partidista, por sí mismo, configura una flagrante violación a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Chihuahua.

Dicho escenario para tratar un asunto que tiene que ver con el proceso electoral del 2018, para formar un “Frente Amplio Opositor”, con dirigentes de partidos, con personajes que participan directamente en la política nacional y en el gobierno de Chihuahua, establece la prueba fehaciente de la violación a la ley, el descaro total, el cinismo absoluto con que actuaron los organizadores.

En el apartado de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos que condena este acto se establece en su Artículo 23 que “Todo servidor público, para salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que debe observar en el desempeño de su empleo, cargo o comisión, con independencia de sus deberes y derechos laborales, tendrá las siguientes obligaciones:

Cumplir con la máxima diligencia el servicio que le sea encomendado, y abstenerse de cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia de dicho servicio o implique abuso o ejercicio indebido de su empleo, cargo o comisión (…)”; así como “Formular y ejecutar legalmente, en su caso, los planes, programas y presupuestos correspondientes a su competencia y cumplir las leyes y normas que determinen el manejo de los recursos económicos públicos (…); “Utilizar los recursos que tenga asignados y las facultades que le sean atribuidas o la información reservada a que tenga acceso por su función, exclusivamente para los fines a que estén afectos (…)”;

“Excusarse de intervenir, en cualquier forma, en asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios”.

Por otra parte, se configura otro delito, ya que solamente fueron convocados personajes del PAN y del PRD con miras a consolidar un frente electoral, excluyendo a las demás expresiones políticas, en beneficio de dos partidos, discriminando a los demás.

En el Artículo séptimo se establece lo siguiente: “Redundan en perjuicio de los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho: I. El ataque a las instituciones democráticas”, tal como se hizo en dicho evento donde se formó el Frente Amplio Opositor, y donde uno de los principales objetivos de la oposición es Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y su líder nacional Andrés Manuel López Obrador.

El daño a nuestra democracia es mayúsculo, no sólo se genera animadversión entre los partidos políticos y se dispone un escenario que beneficie a dicha expresión política que encabeza el gobernador Javier Corral, y que pone a disposición del PAN y del PRD los recursos del estado de Chihuahua. No únicamente son los 246 mil pesos que se habrían gastado en el evento (dato oficial, brindado por el propio gobierno estatal), sino el gran retroceso democrático donde la única voz que impera es la del gobernante, a quien ya no le importa involucrar recursos públicos en eventos que le beneficien políticamente, que tienen una clara intención electorera, sino que lo hace con todo descaro a la vista de todos, en lugares públicos, como demostrando su señorío y el dominio que ostenta.

Mención aparte merece la débil oposición que sólo tuvo reflejo en Morena, que advirtió la presentación de una denuncia por las supuestas irregularidades cometidas en dicha reunión, pero que me pareció debió ser mucho más agresiva puesto que el evento partidista organizado y financiado por el propio gobierno estatal, de golpe y porrazo le parte la madre en dos a nuestra sufrida democracia que tanta sangre, saliva y sudor nos ha costando a los mexicanos y sobretodo a los chihuahuenses. En cualquier otro estado, la oposición no se habría tentado el corazón con semejantes pronunciamientos, censuraría con dedo de fuego los excesos del gobierno rampante y llamaría a una revuelta por tan grande cinismo.

También es sórdida la voz de los diputados locales, y ya no digo los del PAN, que bien podrían criticar a su jefe político del partido por los notables excesos, sino a los de oposición que han visto mangonear a democracia, desafiar a las leyes, mientras ellos permanecen en un preocupante mutis, especialmente los de Morena que en este momento deberían estar presentando una solicitud de juicio político en contra del gobernador.

Aquí se advierte con tiempo que si no hay sanción formal, como ocurre con los demás delitos, esta práctica viciada y lacerante, se seguirá repitiendo. Se debe poner un alto, ¡pero ya!.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com

Víctimas de los “independientes”

Por Cruz Pérez Cuéllar

El año pasado las expectativas de los nuevos funcionarios públicos eran y siguen siendo muy elevadas, sobretodo, quiero referirme a los “independientes”, que en un principio cumplieron con el anhelo ciudadano de ver en distintos cargos de gobierno a rostros diferentes en la política, con altos niveles de honorabilidad, de capacidad y espíritu de servicio, pero  muy pronto comenzaron a defraudar a sus electores.

La historia de los independientes en Chihuahua se resume a dos casos: el de  Armando Cabada Alvídrez, presidente municipal de Juárez y el de Alfredo Lozoya Santillán, alcalde de Hidalgo del Parral. Ambos destacan pero por el escándalo y el protagonismo más que por el trabajo y la presentación de resultados positivos en sus respectivos gobiernos.

No se ha cumplido el año todavía desde que asumieron sus alcaldías y el corolario de errores y fallas son tantas y tan graves que hasta parece que ya van a concluir el bienio. Difícilmente les alcanzará el aliento para repetir en el 2018, cuando se estrena la figura de la reelección a nivel presidencia municipal y diputaciones, sus mismas fallas les precederían e impedirían que continúen tres años más; a menos que de pronto cambiaran su errática forma de gobernar, de gestionar, de hacer política, de tratar a sus subalternos y a la ciudadanía a la que se deben. En pocas palabras tendrían que cambiar su forma de ser y de actuar, lo cual se antoja difícil y muy complicado.

En el caso del alcalde de ciudad Juárez Armando Cabada, tan criticado por su curiosa insistencia en el programa “Juárez Iluminado”, que consiste en renovar el 100 por ciento del alumbrado público, donde por ciento se tiene todavía una deuda que exige un pago mensual de 10 millones de pesos al Ayuntamiento, por la instalación de 32 mil luminarias que hace poco fueron colocadas, ahora quieren quitar esas y las otras que están en funcionamiento para poner nuevas, eso constaría al municipio varios cientos de millones de pesos.

Pero ni el programa “Juárez Iluminado”, ni el incumplimiento del mega bacheo, la escasa obra pública, la ausencia de programas efectivos que generen la idea de desarrollo social, entre otros rubros desatendidos por el edil superan, ya no digamos la inexistente diplomacia sino la agresiva y retrógrada reacción contra los críticos de su gobierno, que pasó de ser  dura o enérgica al insulto. Solamente creo que esta crisis es aventajada por la creciente y desbordada inseguridad, que en ello tampoco da una el gobierno municipal.

Para ser más concreto, debo señalar el caso de la activista Victoria Caraveo, quien se ha visto vapuleada por el mismo alcalde por su crítica al programa  de Juárez Iluminado, es una pena que el propio edil asuma el papel de golpeador y sea quien señale directamente a sus detractores o quienes piensan diferente de él; y si eso lo hace públicamente ¿qué se puede esperar de sus reacciones fuera de los reflectores?.

Cabada, tras escribir en su cuenta de Facebook: “denle gracias a Victoria Caraveo Vallina de que la ciudad está oscura”, como señalándola a ella y a los ciudadanos que se oponen al proyecto por los obstáculos políticos que ha recibido tanto en el Congreso, en el Cabildo, como en buena parte de la sociedad chihuahuense, demuestra su intolerancia y lo más grave, provoca animadversión hacia la activista, quien es agredida por dicho hostigamiento.

En las redes, Caraveo ha sido objeto de señalamientos violentos, amenazas de muerte, y eso gracias a una actitud prepotente del alcalde que más que independiente se parece más a los peores gobernantes del PRI y del PAN que gustan de dar macanazos a quienes se oponen a sus planes. Eso le ha granjeado tres denuncias ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, una presentada por Caraveo, así como una denuncia penal ante la Fiscalía General el Estado.

Un caso parecido se encuentra curiosamente en la otra administración del alcalde sin partido, Alfredo Lozoya Santillán, conocido en Hidalgo Parral como “El Caballo”, quien también ha dedicado buena parte de su tiempo a castigar a quienes critican su forma de hacer gobierno, en ocasiones con palabras cargadas de veneno, cual Bronco neoleonés que se siente justificado por haber ganado su cargo sin la bendición de los partidos políticos tradicionales, pero muy equivocado en su forma de tratar, en este caso, a los ediles que representan a los partidos políticos, o a activistas, como el caso anterior, que señalan sus  excesos como alcalde.

En el caso de Parral se registró recientemente una denuncia por parte del reconocido comerciante de aquel municipio, Héctor Chávez, quien habría denunciado varias irregularidades de la presidencia municipal, pero después de un tiempo, de buenas a primeras llegaron un día inspectores del área de gobernación municipal a clausurar un negocio de su propiedad, alegando que no contaba con el permiso de uso de suelo para vender comida. Chávez declaró a los medios que se trata claramente de una persecución política por parte del presidente municipal, quien es intolerante a la critica y trata de castigar a quienes señalan sus errores.

Por supuesto, el edil lo negó, sin embargo es necesario que para llevar a cabo una diligencia de esa naturaleza se cumpla con una serie de formalidades, como un documento firmado y sellado que aclare el motivo de la clausura del negocio, y también la advertencia que en casos comunes permiten al comerciante en cierto tiempo regularizarse en caso de que realmente no cuente con alguno de los permisos necesarios para operar. Pero ni lo uno ni lo otro, así fue, al estilo policía judicial de antaño llegaron y ejecutaron la instrucción que traían de su jefe, sin dejar ningún oficio que justificara sus actos.

De esta manera, ningún ciudadano que critique los excesos de los gobiernos están a salvo, como es el caso de Héctor Chávez, quien es un ciudadano honrado y cumple con sus obligaciones fiscales, pero está siendo sancionado por un gobernante que no entiende, al igual que en el caso anterior, que en un estado democrático los ciudadanos organizados e individualmente pueden criticar, conforme a su derecho de libertad de expresión, a otros ciudadanos que ostentan cargos públicos, como es el caso del alcalde, quien de acuerdo a ese derecho debe permitir que se expresen sin ejercer presión o sanción alguna.

En dicha forma de gobernar, tanto en el caso de Armando Cabada con en la de Alfredo Lozoya se reconoce que ambos no son muy diferentes a los priistas y panistas que tanto criticaron en sus campañas del año pasado, en la manera de imponerse parece que son iguales, aunque en ocasiones dan la impresión de que son superiores en ello a los que tanto censuraron.

Esta es una muestra evidente de que no es garantía para ser buen gobernante el prescindir de siglas partidistas y gritar a los cuatro vientos que la partidocracia en general está podrida, se necesita forzosamente tener principios y practicarlos, ser humanista en los actos y no en los dichos, tener capacidad para gobernar y tener en cuenta que si ostentan un cargo público de elección popular, sus actos deben ir destinados a beneficiar a quienes votaron por ellos, pero también por los que no, incluyendo a quienes se opusieron e hicieron lo necesario para que no ganaran, así es el juego democrático y quienes no lo entiendan así, estoy firmemente seguro de que no tienen nada que hacer en el cargo que ostentan.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com