Bueno para prometer, muy malo para cumplir

Por Cruz Pérez Cuéllar

La demagogia constante de los gobiernos, hacen que tarde o temprano los ciudadanos terminen por aborrecerlos, a los malos gobernantes, y Chihuahua por supuesto no es la excepción, porque uno de los temas más sentidos, el del trasporte público, fue tomado como bandera de campaña por el gobernador Javier Corral, porque sabía del hartazgo de la gente que anhelaba un buen servicio, y ahora que le toca responder a casi un año de iniciada su gestión, ofrece un resultado menos que mediocre y manoseado.

Hace unos días nos enteramos de la supuesta solución al problema de transporte público en Chihuahua Capital, a la renovación de unidades y desaparición aparente de los vicios que albergaba el sistema antes de que asumiera el actual gobierno. Pero la evidente realidad es otra muy distinta, porque para empezar la renovación es parcial: de 300 unidades que se encuentran concesionadas a personajes relacionados con la CTM y a la CNOP, sólo fueron reemplazadas 50, la sexta parte del compromiso. Así que el evento realizado la semana pasada en la Plaza del Ángel, donde el gobernador dio a conocer con bombo y platillo la renovación de la flotilla de autobuses de transporte público no fue más que una faramalla de lo que es la solución a la bronca que anida en el sistema.

Aún así, el “compromiso cumplido” como lo llamó el propio mandatario y el secretario general César Jauregui Robles, no es más que una mera falacia, una mentada para los ciudadanos que hacen uso constante de dicho servicio, porque no solamente nos dieron gato por liebre (50 en lugar de 300 unidades renovadas), sino que incrementaron la tarifa de 7 a 9 pesos. Para ser más objetivo: sube a 7 pesos el costo de rutas alimentadoras, o sea aquellas que llegan a la ruta troncal, el transporte en general se cobrará a 8 pesos, salvo aquellas unidades que viajan hasta el centro (casi todas); en fin, la tarifa diferenciada no es ninguna gracia ya que cualquiera que vaya al centro, si no está cerca de la ruta troncal deberá pagar 16 pesos de ida y otro tanto de regreso, es decir, 32 pesos; no hay nada más oneroso que este costo en todo el país. Oneroso y sigue siendo de mala calidad.

No es la primera vez que los colmilludos concesionarios le ven la cara a la autoridad, no hace mucho también hicieron compromisos que nunca cumplieron, y el sueño de mantener las unidades siempre en buen estado y limpias se ha convertido en una burla que sólo la autoridad les compra, aunque debemos decir que en esta ocasión les salió más barato, ya que de 300 camiones nuevos sólo renovaron 50 y el otro tanto, han declarado los representantes de los concesionarios, ahí poco a poco los irán reponiendo.

Aún y si hubiesen reemplazado las 300 unidades en la Capital, no podríamos hablar de un objetivo cumplido, porque en pocas palabras quienes asumirán el costo son los propios ciudadanos que deberán pagar más ahora con el incremento, en todo caso son los propios chihuahuenses los que pagarían por esas unidades nuevas no el gobierno.

Esta carga económica representa un doble golpe a la economía familiar ya que tiene que cargar en estos momentos con la educación de sus hijos que no es gratuita, aunque así la vendan los propios gobernantes (tan sólo hay que calcular los gastos de inscripción y las cuotas de padres de familia y un sinnúmero de arrimadijos por conceptos de “inglés”, “danza”, “guía de estudios”, “actividades extraclase”, además de los útiles escolares, uniformes, entre muchos otros). Y no se diga de los gastos que representa una carrera profesional en la tampoco gratuita educación superior, donde no puede olvidarse todavía la promesa incumplida que hace un año hizo el gobernador estando en campaña de “Universidad Gratuita”. Hay padres que tendrán que sufragar más de 8 mil pesos por semestre, mas los demás consabidos gastos que a dicho nivel resultan un claro impedimento para que muchos jóvenes puedan estudiar una licenciatura en estos tiempos.

Haciendo un paréntesis. Tan sólo en estos dos rubros: educación y trasporte público, el gobierno del estado queda mucho a deber, y eso que son las áreas “fáciles” de la administración, por lo que no se puede esperar mucho de otras asignaturas de mayor complejidad para gobierno, tal es el caso de la seguridad pública que va de mal en peor, y las estadísticas hablan claramente de ello (en otra entrega podremos ahondar con mayor precisión en ese tema, donde el fracaso ha sido total); en obra pública y desarrollo social, el gobierno del Nuevo Amanecer brilla por su ausencia, no hay nada, nada que valga la pena mencionar.

En ciudad Juárez, la otra urbe del estado con mayor número de habitantes, el tema del trasporte no ha sido superado, tampoco ahí se ha cumplido, sigue en el mismo estado como lo dejó la pasada administración, con el déficit de unidades, ruteras en pésimo estado, muchas de ellas circulando en total irregularidad pues no cuentan siquiera con las placas reglamentarias, operadores sin el trato elemental, etcétera.

Uno de los primeros compromisos hechos por el gobernador, luego de que fue electo, fue precisamente atender el trasporte público, el 5 de julio informó a través de su propio portal de información que daría soluciones a problemas como la distribución de las líneas alimentadoras, vinculada a un programa de urbanismo para mejorar las vías de comunicación, contando con pavimento, tomando en cuenta la experiencia de un grupo de expertos en la materia, promesa que se ha quedado en un remedo de solución.

En ese momento declaró: “Estamos conscientes de que el problema es ya, se vive en estos momentos, muy grave y las posibilidades de actuar del gobierno por entrar están limitadas claramente, por lo que hacemos un llamado a la solidaridad de los chihuahuenses, para que, como ya ha sucedido en el pasado en nuestra ciudad capital se demuestre la calidad humana de sus habitantes y nos demos a la tarea, en la medida de nuestras posibilidades de paliar el problema de transporte urbano”. Después de más de un año seguimos con los mismos problemas, claro, un poco más matizados.

En ciudad Juárez el compromiso no fue menor, ahí declaró a un periódico local (Juárez Hoy): “Vamos a pavimentar todas las calles que están vinculadas con el transporte público, el plan de urbanización tiene que generar prioridades, existe un rezago de 82 mil millones de pesos y no podemos decir que lo vamos a saldar, tenemos que ser cuidadosos con lo que ofrecemos y no podemos cumplir, ya que la gente se decepciona”, manifestó el panista. 

En la nota el periódico señala que el candidato dijo en esa entrevista que su principal prioridad era darle facilidad al transporte público con mejores rutas, mejores unidades y buscar la manera de acortar los tiempos de traslado, “Por eso es importante la pavimentación en avenidas y calles principales donde circule el transporte”. 

El resultado que vemos un año después configura una especie de buena intención, pero una incapacidad para lograrlo, está demostrado.

PD. Señor gobernador. El dicho de que respeta y reconoce a los medios de comunicación y que tienen total apertura para ejercer la libertad de expresión en Chihuahua no se entiende si se empuja a una reportera para evadir sus preguntas y se le dice a los reporteros: “no voy a dar conferencias de prensa cada que quieran”. Fuera de su círculo de asesores y empleados eso se percibe como todo lo contrario. Nuestra solidaridad desde este espacio con la reportera Itzel Ramírez de El Diario de Ciudad Juárez.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo:cpc16169@gmail.com