Colusión evidente entre AME y Maru Campos

Por Cruz Pérez Cuéllar

Escasas son las oportunidades que la autoridad electoral brinda para que los candidatos a los distintos cargos de elección popular puedan debatir frente a frente, en el proceso electoral actual, la razón puede suponerse pero también me parece que muchos candidatos prefieren no hacer ruido porque temen la confrontación de las ideas, como se pretende en cualquier debate, cosa que es inadmisible puesto que la campaña tiene el propósito de dar a conocer las cualidades de los candidatos, sus propuestas y también por qué creen son los mejores para ocupar el cargo. Ignorar esta máxima indica que ocultan algo, que temen algo o que definitivamente no les interesa enterar al ciudadano de sus propuestas.

Llama mucho la atención que la Asamblea Municipal Electoral de la capital haya programado el único debate oficial en un día que no garantiza la atención de los ciudadanos, que deben ser  la razón de dichos eventos, es decir, el 17 de junio próximo, que es domingo en la tarde y para variar coincide con la festividad del Día del Padre. Y por si no fuera poco, como si se hubiesen esmerado en elegir una fecha con mayores distracciones, también está programado el juego de México contra Alemania, en su debut de la copa mundial de futbol que se llevará a cabo en Rusia, es por la mañana, pero habrá juegos más tarde y los ciudadanos que gustan de ese deporte que son muchísimos, seguramente estarán atentos a dichos encuentros deportivos y sus respectivas celebraciones.

¿A caso se trata de proteger a alguno de los candidatos, disponiendo la realización de dicho debate para ese día y en ese horario?, y si es el caso ¿Se teme a Fernando Tiscareño por el empuje demostrado?, entonces, no es absurdo pensar que la Asamblea Municipal Electoral quiere favorecer a uno o una de los aspirantes a la alcaldía. Estas y otras preguntas surgen luego de analizar el asunto. La actuación del órgano electoral en Chihuahua, capital, debiera ser más parcial, o en todo caso, eliminar la suspicacia con un tipo de logística más adecuada y oportuna.  

Se sabe del empuje que trae el candidato Fernando Tiscareño Luján, abanderado a la alcaldía de la alianza Juntos haremos historia, un joven político que irrumpió en este proceso electoral con propuestas frescas y alejadas de la acostumbrada demagogia partidocrática, lo cual ha gustado mucho a la gente, pero también ha inquietado a sus oponentes políticos, sobretodo aquellos que llevan el sello, por hoy rechazado, de sus patrocinadores, principalmente la candidata del PAN y el del PRI, los demás van de relleno. Los demás candidatos, si en verdad respetaran la democracia, si la amaran como tanto predican, debieran exigir también que el debate sea otro día, en que los ciudadanos puedan escuchar y ver el debate, en el que descubrirán sus buenas propuestas, si las tienen, y pondrán en evidencia sus habilidades pero también sus debilidades, sus defectos.

Este ejercicio es muy necesario para lograr un mayor conocimiento de los candidatos, siempre y cuando se desarrolle en condiciones en que los electores puedan escucharlo y/o verlo, a través de los medios masivos de comunicación. Si no hay condiciones entonces la audiencia será menor y finalmente no se cumplirá con el objetivo del mismo.

Me parece que contribuiría bastante a este propósito la opinión de los ciudadanos, que a través de las redes sociales, de correos electrónicos, pueden señalar las deficiencias de la autoridad electoral, y promover la buena organización de los debates, que éste en específico se reprograme para una fecha más accesible.

Hay seguramente otros aspectos que deben mejorar en torno a los debates, que en lo local mantienen ese formato cuadrado, que impide precisamente la discusión de las ideas y generan un marco para exposiciones tipo escolar, con pocas posibilidades de poner aprueba a los candidatos. La idea fundamental es evidenciar al que no sabe, al que sabe pero que está concentrado en otras cosas menos en el bien común y en la función que pretende desempeñar. Poner al descubierto, en pocas palabras a los buenos y a los malos políticos, porque finalmente serán quienes asumirán las riendas del municipio, de una diputación, de una senaduría o del máximo órgano de responsabilidad política y social que es la presidencia de la República.

Los candidatos al Senado quedamos excluidos de ese esquema, y me parece sumamente absurdo que el Instituto Nacional Electoral no haya considerado el ejercicio para los candidatos a la Cámara Alta cuando la función que vamos a ir a desempeñar es precisamente esa, la de discutir temas de gran relevancia para la ciudadanía. Además que se pierde la posibilidad de informar a los ciudadanos quiénes somos y qué propuestas tenemos para sacar  adelante a un país que necesita legisladores de avanzada, verdaderos representantes del pueblo y no turistas que gustan andar de paseo por el mundo a cuesta de los ciudadanos.  

Y volviendo a los candidatos que rehuyen a su responsabilidad democrática de exigir un buen espacio y una buena fecha para el desarrollo del debate, en este caso para candidatos a la alcaldía de Chihuahua, quiero mencionar que en días pasados varios jóvenes congregados en la organización Café ciudadano, organizaron un foro de discusión entre los candidatos a la alcaldía de Chihuahua, en el Club de Leones de la capital, a donde solamente acudieron cuatro de los seis candidatos, una de las faltantes fue Edith Guerrero, del Partido Nueva Alianza, quien por razones de salud no pudo asistir, de acuerdo a la justificación enviada; la otra candidata que faltó fue María Eugenia Campos Galván quien, sin justificar nada simplemente dejó plantados a los asistentes a dicho foro, que si bien no tenía las cualidades de un debate formal, serviría para dar a conocer el perfil de los candidatos, sin embargo la actual alcaldesa con licencia, decidió no asistir. ¿Por qué?, sólo ella y su equipo de campaña lo saben, aunque fácilmente se puede deducir que no quiere exponerse a la crítica, de tantos errores cometidos en su gobierno.

Me parece que ese es el error de los políticos acostumbrados al escenario a modo, a las entrevistas a modo, a los eventos públicos sin salirse del protocolo; no se diga a los debates a modo, o sumamente cuadrados, donde no se exponen sus verdaderas cualidades. Lo que no saben es que es en la critica honesta, aunque sea cruda, donde encuentran la respuesta a sus peores defectos, a sus deficiencias como funcionarios públicos; desaprovechan terriblemente esa oportunidad, en cambio prestan oídos sordos y rehúyen a las situaciones que les proveen de ese recurso. La crítica sin sentido, la llamada guerra sucia, creo que no tienen porqué preocuparse de ella: es despiadada, es injusta, pero al carecer de todo sentido de la realidad debe ignorarse y su efecto destructor nunca progresa.

Quiero hacer un reconocimiento a la campaña de Fernando Tiscareño Luján, por el entusiasmo impreso y sobretodo por sus propuestas bien elaboradas, que están dirigidas a quienes más lo necesitan, hay algunas que vienen ya prediseñadas en la plataforma de Movimiento de Regeneración Nacional y que todos los demás candidatos estamos impulsando, y con ello, creo que la oferta de campaña para la Presidencia Municipal de Chihuahua es de tal calidad que en muy poco tiempo gran parte de la ciudadanía ha adoptado este proyecto como el mejor, hay muestras de solidaridad y apoyo en cada colonia que visita nuestro candidato.

El tema relacionado a la seguridad es primordial en el proyecto de Tiscareño, nadie se imagina el desarrollo de la economía u otros rubros cuando la inseguridad y la violencia acaparan las primeras planas de los periódicos. La defensa del primer derecho de los ciudadanos, que es la vida, debe ser la principal tarea de toda administración, luego la protección del patrimonio de la gente, de lo contrario no puede haber bienestar, mucho menos hablar de desarrollo.

El apoyo a los adultos mayores, sin duda es una buena propuesta, sensible a las necesidades de los chihuahuenses que saben del abandono a ese sector vulnerable de nuestra sociedad, lo mismo que a los jóvenes que no tienen oportunidades de trabajo, se deben crear las condiciones para que exista la contribución de todas y todos, pero el gobierno tiene que trabajar en ello y no dejar que el asunto se resuelva solo.

Los servicios de recolección de basura, el recarpeteo de la cinta asfáltica, luminarias, mantenimiento a parques y jardines, junto con la inseguridad son pendientes de la actual administración, por lo que en el proyecto de Fernando Tiscareño se están haciendo propuestas concretas en ese sentido, los ciudadanos necesitan algo más que discursos bonitos para creer en los gobernantes.

Felicito también a Fernando por su propuesta de reducirse el 50 % su sueldo cuando gane la presidencia municipal, lo mismo que hacer más eficiente el recurso de la Presidencia, a fin de que el grueso del capital se vaya a atender las necesidades  de los ciudadanos y no a engrosar la ya de por sí abultada burocracia local.

Esperamos que quepa la prudencia en las autoridades electorales y muevan el debate programado para el 17 de junio a una fecha próxima con mejores probabilidades de audiencia, que al igual que ha exigido el abanderado de Morena, quepa también el decoro y la capacidad de los demás candidatos a la alcaldía para que exijan este cambio, con la intención de presentar de mejor manera a los candidatos a la ciudadanía.

El cambio de México está cerca, y muy cerca también la llegada de un mejor gobierno.

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