Se repite la máxima: “El poder es para poder” …Pero Corral no ha podido

Avatar RegistroPor Cruz Pérez Cuéllar

Sin respeto a las instituciones y a la autonomía que estas debieran gozar, el Gobierno del Estado y el Congreso local han entrado en una disputa sin cuartel por el control de la Auditoría Superior del Estado, a la que quieren copar cual botín de guerra electoral, luego de que el gobernador Javier Corral pudiera deshacerse del titular de dicho organismo, Jesús Manuel Esparza al presionarlo y amenazarlo a través de terceros con una serie de demandas para que dejara libre el cargo y lo pudiera asumir uno de los suyos.

Se sabe que quien llevaba las cuentas de la campaña del ahora mandatario estatal, Armando Valenzuela, fue el recomendado para que ocupara la titularidad de la ASE de manera interina, mientras se llevaba a cabo el proceso legal de selección, para luego instalarlo ahora sí formalmente; pero les salieron mal las cuentas, o la negociación (que no es el fuerte de esta administración estatal) les falló, y por mucho. El que resultó ganando fue la carta del principal grupo opositor del gobernador en el PAN, Ignacio Rodríguez Bejarano, arropado visiblemente por la mancuerna temporal del Coordinador de la bancada panista Miguel La Torre Sáenz y la alcaldesa Maru Campos Galván.

En el terreno pragmático pudiéramos decir que la posición le corresponde designarla al gobernador Javier Corral, porque convencionalmente es el mandatario quien quita y pone los principales cargos, aún los que están fuera de su jurisdicción; legalmente diríamos que debe ser una decisión del Poder Legislativo porque es este el que tiene la facultad para hacerlo, y por lo tanto los diputados locales son los responsables de designarlo y de darle legitimidad a su nombramiento… Parece que ahí persiste la discusión, sin embargo políticamente se deduce con claridad que se trata de una lucha de poderes para ver quien gana la codiciada oficina encargada de auditar a los ayuntamientos, organismos autónomos, a instituciones que dependen del erario; y el problema está en lo siguiente, audita al propio Legislativo pero también al Ejecutivo y al Judicial, lo cual no es tolerable para quien se esfuerza por hacer notar que lleva las riendas del estado.

Pero aquí se esconde una falacia que debe ser expuesta con trasparencia para que no haya engaño, sobretodo en el intento de querer demostrar totalmente lo contrario. Me explico:

El gobernador ha declarado que polémicas como esta, entre los diputados y el Ejecutivo es una consecuencia natural de una verdadera democracia, a lo cual no estamos acostumbrados los mexicanos y menos los chihuahuenses. Aquí la expresión resultaría completamente genuina si él no tuviera ningún interés por controlar la titularidad de la Auditoría Superior del Estado, pero sí la tiene, esta a la vista la intención. Entonces ¿cuál democracia? En todo caso el mandatario estatal estaría violando el principio básico de un gobierno libre y sobretodo democrático, que tiene que ver con la separación de poderes. No hay y no puede haber verdad en donde se busca engañar con tamaña declaración.

A estas alturas ya han saltado varios voceros del primer burócrata del estado defendiendo su postura, sancionando a los diputados que le jugaron una mala pasada “al góber” al designar a Nacho Rodríguez, y hasta han amenazado con las penas a que podrían hacerse acreedores por oponerse a las directrices de Javier Corral. Eso habla de las verdaderas intenciones del Ejecutivo en este asunto. Es algo así como: “quítate tú para ponerme yo”.

Por otro lado. No estoy diciendo que a quienes impulsan ilegalmente a Nacho Rodríguez les asista la razón,  y no lo creo porque como expuse en los primeros párrafos, se trata de una lucha de poderes entre personajes del Partido Acción Nacional en donde lo que importa no es el mejor perfil para ocupar la gran responsabilidad que conlleva el ser auditor superior del estado sino, el ganar un espacio público para generar un coto de poder, mismo que se los puede proveer la ASE encargada de emitir informes sobre el gasto del Gobierno del estado y cada una de sus secretarías, coordinaciones y oficinas descentralizadas.    

Se trata de un juego perverso en el cual nadie quiere asumir su responsabilidad como tal, por un lado el gobernador se cura en salud y pide que no nos asustemos con el conflicto porque es una situación que se da en toda democracia, cuando sabemos que lo único que busca es colocar a su gente de confianza como ya lo hizo al inicio de su gestión en el Tribunal Superior de Justicia del Estado al colocar en la presidencia a Julio Jiménez Castro, reemplazando al anterior que había sido colocado por el gobierno pasado; o como sucedió en el Instituto de Transparencia, donde desplazó Rodolfo Leyva Martínez, cuando éste no siguió la línea que le marcaban desde Palacio de Gobierno, y en su lugar dejó a alguien menos incómodo.

Así lo ha hecho con otras instituciones que escapan a su competencia pero donde busca tener control. En todo caso debemos decir que el gobernador Javier Corral sigue una máxima muy parecida a la que imperaba en la pasada administración que decía que “el poder es para poder”, el problema es que Corral no ha podido.  

Por ello comparto las expresiones públicas del representante de Movimiento de Regeneración Nacional ante el Instituto Nacional Electoral, el abogado Sergio González Rojo, quien demanda se reinstale el proceso de selección del auditor superior del estado ante las inconsistencias de la anterior selección que dejó como saldo la elección de un personaje que es inelegible, por no poder cumplir con los requisitos establecidos en la convocatoria expedida el propio Congreso del Estado; por ejemplo el haber sido candidato en la pasada elección, y que aun siendo candidato suplente a diputado, se cumple el impedimento para buscar la auditoría. Ahí está también su paso por la Secretaría de Finanzas del Comité Directivo Estatal del PAN, lo cual habría omitido en su currículum presentado al Congreso, pero hay evidencia y testigos de que Rodríguez Bejarano ocupó dicho cargo, como el que actualmente ocupa en el Consejo Estatal del mismo partido, lo cual también lo inhabilita para ser candidato a la auditoría. Técnicamente también está imposibilitado para ejercer el cago porque no tiene experiencia como auditor, aunque haya trabajado en áreas afines. Se trata de un traje que fue ordenado a la medida pero resultó mal hecho, no le quedó y ahora tendrá que reponerse el proceso para elegir de nuevo al auditor superior.

El perfil de los candidatos a la ASE deberán responder a la capacidad técnica para desempeñar el cargo no a compadrazgos o a la influencias que puedan tener sus amigos que están en el gobierno; debe ser una persona desligada completamente de los que ostentan el poder, de lo contrario estaremos cayendo en la misma farsa que la actual administración estatal tanto criticó y censuró a la anterior. El próximo auditor del estado debe responder no al gobernador Javier Corral, no a los diputados que lo elijan, sino únicamente a los intereses del pueblo.

PD. Me parece impostergable añadir en esta ocasión una observación a una mala, malísima, estrategia de comunicación adoptada por el gobernador Javier Corral y la Fiscalía General del Estado, puesto que en entrevistas y ruedas de prensa al mandatario le ha dado por “adelantar” datos policíacos, como el que tienen perfectamente ubicados a los asesinos de la periodista Miroslava Breach y que en cualquier momento serían detenidos. A mi juicio, una lamentable y desatinada manera de comunicar investigaciones policíacas, como advirtiendo, como anunciando que les pisan los talones para que los aludidos tomen sus precauciones. En fin, un yerro más, pero muy grave por el tema tan sensible que se trata.

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