Una traición a Juárez… independiente

Avatar RegistroPor Cruz Pérez Cuéllar

La nada sutil forma de tratar el problema del alumbrado público de ciudad Juárez por el alcalde Armando Cabada Alvídrez en los días recientes puso al descubierto su falta de experiencia política, su escaso tacto para tratar asuntos de la administración pública, pero sobretodo una incongruencia que en campaña lo llevó a prometer que no seguiría los pasos de las administraciones anteriores, que buscaban hacer negocio con recursos del erario, que endeudan a la administración pública y que no les importaba la opinión de los ciudadanos, recientemente el edil juarense demostró todo lo contrario.

El proyecto de “Juárez Iluminado” que supone un endeudamiento para el Municipio superior a los 1 mil 500 millones de pesos, y que equivale a dejar de percibir ingresos por el Derecho de Alumbrado Público (DAP) –que se cobra a través del recibo de luz eléctrica– durante 15 años, contradice en el fondo y la forma los compromisos de campaña del alcalde independiente, pues no sólo seguirá los pasos de sus antecesores con el endeudamiento sino que existen graves señalamientos de un negocio redondo en el que se vería beneficiado directamente el alcalde con una suma millonaria, con lo cual daría al traste a tanta promesa y compromisos de campaña, a tantas ilusiones que durante ese periodo despertaron en miles de juarenses que creímos que su administración sería diferente, que el hecho de no estar “atado” a un partido político específico lo mantendría exento de los excesos cometidos por los funcionarios emanados de los partidos tradicionales, pero todo parece que no es así, que siendo “independiente” quizás esté mas comprometido no con una sino con varias fuerzas políticas, más que los que aspiraban a ganar la alcaldía el año pasado.

Hay a mi parecer dos aspectos fundamentales que rayan en la estridencia política, en el evidente usufructo económico; a saber: la innecesaria concesión que amarra de pies y manos a cinco administraciones municipales consecutivas con la adquisición de una deuda de entre 1 mil 500 y 2 mil millones de pesos para reemplazar el total de las luminarias de ciudad Juárez, que son del orden de los 108 mil unidades. Una aberración administrativa puesto que estamos hablando de que no se requiere la sustitución de todas las luminarias sino sólo de las que están inservibles, posiblemente también de aquellas que presentan un desgaste evidente y que en breve deberán cambiarse, pero ¡NO TODAS!, es un absurdo en todo el sentido de la palabra.

La otra cuestión que me parece ilógica, es precisamente la manera de abordar el problema, puesto que primero señala el alcalde fronterizo y acusa legalmente a 25 exfuncioanrios públicos del pasado trienio, por supuesto fraude en el tema de las luminarias, para el cual el Ayuntamiento de Juárez contrató deuda pública a través de un crédito bancario por 309.9 millones de pesos, para costear el proyecto de modernización del alumbrado público que tenía un costo de 347.9 millones de pesos.

Con ese capital estaba planteado renovar 33 mil luminarias, pero en la demanda presentada ante el Ministerio Público local se pone de manifiesto que hay irregularidades graves en ese proyecto que ya fue pagado con el recurso del crédito, como el equipo que se debió haber entregado para el funcionamiento del sistema de alumbrado público y que no se entregó, el cual se estima tiene un costo de unos 70 millones de pesos. Por otra parte está también la ausencia de 1 mil 500 aparatos de telegestión que se debieron haber instalado durante el trienio pasado pero sólo se colocaron unos 50; finalmente la demanda concluye con que la mayoría de las luminarias que corresponden al programa no funcionan.

Primero, debemos establecer que se trata de 33 mil luminarias las involucradas en este proyecto, y las cuales habrían de solventar las principales necesidades de la ciudad, por eso creo que Armando Cabada debe estar pugnando porque se recupere ese déficit, que se obligue a la empresa Itelliswitch a cumplir con el contrato o que devuelva el dinero, pero que no salga con la postura cómoda de “borrón y cuenta nueva”, y con el sospechoso interés de modernizar todo el sistema de alumbrado público, reemplazando todas las luminarias, las que no sirven pero también las que tienen buen funcionamiento, como si estuviéramos sobrados de recursos para ello, todo lo contrario, se contrataría deuda para hacerlo y beneficiar a unos cuantos con un capital que representa más de la mitad del presupuesto anual de ciudad Juárez.

Resulta también sospechoso que el proyecto denominado “Juárez Iluminado” se haya aprobado a tontas y a locas por el cuerpo edilicio de Juárez –su gran mayoría compuesta por regidores independientes–, con excepción de siete representantes de varios partidos entre ellos la regidora de Movimiento de Regeneración Nacional. La votación a favor del proyecto se dio el pasado 17 de abril, en plenas vacaciones de Semana Santa, en una sesión ex profeso para aprobar la iniciativa de Cabada, pero sin un proyecto que lo sustentara, sin los análisis y estudios que una inversión de tal magnitud requiere, no, así, al ahí se va lo sometieron a consideración del pleno y fue aprobado por mayoría con 14 votos a favor, 7 en contra.

La semana que está por concluir el presidente municipal de Juárez tuvo que asistir al Congreso del Estado para explicar los pormenores de “Juárez Iluminado” ya que el Ayuntamiento no puede disponer de los recursos del DAP así nomás por sus pistolas, sino que la aprobación tiene que pasar por el Legislativo. Sólo animó a unos cuantos diputados con sus exposiciones, sembró la duda en otros, pero el proyecto debe ser analizado y consensuado primero con los ciudadanos, quienes finalmente pagaremos la deuda que pretende echarnos acuestas el edil.   

Sobre esto debo mencionar la postura de una de las organizaciones civiles que está más pendiente del actuar de la administración pública municipal, como lo es Plan Estratégico de Ciudad Juárez A.C. que en días pasados dio a conocer el resultado de unos estudios sobre la preocupación ciudadana del servicio de alumbrado público en ciudad Juárez, que de entrada lo avalan, no con una excelente calificación pero sí con una regular, la mayoría de los ciudadanos le dieron, en un rango del 1 al 10, una calificación de 7.18 a ese servicio. Lo anterior quiere decir que los juarenses no vemos como una prioridad la renovación total de las luminarias, por supuesto el mantenimiento requerido y que estén servibles, pero el general de la gente no ve como una necesidad el tener focos nuevos, de leds o del tipo que sean en todas las calles.

De acuerdo a las encuestas realizadas por dicha asociación las áreas que más atención necesitan en la frontera son las calles, en bacheo y pavimentación que recibieron un 5.5 por ciento de calificación, es el trasporte público que fue calificado 5.43; las áreas verdes 5.78. Luego entonces, la iniciativa del edil independiente no se estaría ajustando a la necesidad de la gente, habría pues un reclamo a esa decisión que no ha sido consultada con los expertos en la materia según reveló el director de Plan Estratégico esta semana.

Además, hay que mencionar la actitud asumida por Armando Cabada, quien en una postura sumamente infantil encaró al empresario dueño de Intelliswitch, empresa demandada por el fraude que habría sido cometido en perjuicio de los juarenses por las deficiencias en el proyecto de modernización del alumbrado público en la pasada administración, pero aun y teniendo la razón –que todavía no nos consta– haber insultado a Vicente Aldape Ayala, un hombre de 78 años, como lo hizo, al decir que no se liaba a golpes con él nomás por su avanzada edad, y después llamarlo “perro arrinconado” en declaraciones, me parece que no habla bien de quien representa a todos los ciudadanos en el municipio.

Con este indiscutible capricho o negocio, el alcalde Armando Cabada estaría traicionando la voluntad de las y los juarenses que votamos por él en la pasada elección ante la idea de que su gobierno sería totalmente diferente a los anteriores, completamente ciudadano, pero que en acciones como la que aquí se plantearon, se nota a leguas un interés personal que lo alejó de la necesidad de consultar públicamente el proyecto, de someterlo a consideración de los expertos en la materia; se olvidó de las formas en el trato ciudadano, de atender las prioridades de la gente, se olvidó de gobernar, en todo el sentido de la palabra.

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